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Fusión aérea/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“Los monopolios que hasta ahora dominan la economía mexicana no saben quién es su cliente. No le ponen atención, lo tratan como un cliente cautivo. Más que

simplemente arrogantes, son ignorantes”.

Peter Drucker

La buena noticia de esta semana en la aviación es el hecho de que Cintra, después de acumular pérdidas de más de cinco mil millones de pesos desde principios de 2001, finalmente obtuvo una utilidad neta de 1,474 millones de pesos en el tercer trimestre de 2004.

Lo más sorprendente es que esta fuerte ganancia se registró en un período en que el precio de la turbosina, uno de los principales gastos de las aerolíneas, se ha elevado de manera muy importante.

Con este resultado Rogelio Gasca Neri ha demostrado que hubo sabiduría en la decisión de nombrarlo presidente de Cintra —la corporación dueña de Aeroméxico, Mexicana de Aviación, Aerolitoral y Aerocaribe- el pasado 16 de diciembre. Gasca Neri es responsable de haber aplicado una serie de medidas para conseguir ahorros y sinergias.

Los sindicatos lo criticaron abiertamente, en parte por no haber consultado con ellos las designaciones de los directores de las dos principales aerolíneas del grupo y lo acusaron de no tener un plan de largo plazo. Pues ahora Gasca Neri ha demostrado no sólo que sabía lo que estaba haciendo sino que tiene un mayor conocimiento del mercado de la aviación que esos sindicatos que tanto daño le han hecho a las aerolíneas nacionales.Esa noticia positiva, sin embargo, se ha visto opacada por la decisión de fusionar Aeroméxico y Mexicana para su venta a un comprador privado. Cintra no es propiamente una empresa del Gobierno. La mayoría de sus acciones están en poder de una institución gubernamental, el IPAB, pero no porque las aerolíneas hayan sido nacionalizadas sino porque no pudieron cumplir sus compromisos con el Fobaproa. Desde hace años se ha buscado venderlas al sector privado. Pero la operación se retrasó: primero por la disputa acerca de si debían venderse juntas o separadas y después por el desplome financiero de Cintra.

Gasca Neri ha hecho ahora que coincidan los anuncios del retorno de las utilidades y el de la fusión de Aeroméxico y Mexicana. Aerolitoral y Aerocaribe, las dos hermanas menores, se fusionarán en otra empresa que proporcionará servicios regionales.

Para el usuario de la aviación estas fusiones son una muy mala noticia. Aeroméxico y Mexicana representan por sí solas un 80 por ciento del mercado nacional. La empresa que resulte de su fusión tendrá, así, un control casi monopólico sobre este mercado. Si hoy nos quejamos de los altos precios de los pasajes en vuelos nacionales, el problema se va a acrecentar.

Los sindicatos, mientras tanto, podrán extorsionar al monopolio a sabiendas de que lo que le saquen a la administración simplemente se le cargará a un consumidor cautivo.

La propuesta de fusionar Aeroméxico y Mexicana fue resistida durante años por la Comisión Federal de Competencia cuando ésta era presidida por Fernando Sánchez Ugarte. En septiembre de este año, sin embargo, Sánchez Ugarte fue remplazado por Eduardo Pérez Motta.

La propuesta de fusión aún no se ha sometido formalmente a la Comisión bajo su nueva presidencia, pero es de suponer que el anuncio sólo se hizo una vez que se consultó con ella.

Algunos especialistas afirman que México no tiene un mercado suficientemente grande para dos aerolíneas nacionales. Citan con frecuencia el ejemplo de Canadá, donde Canadian Pacific no pudo mantener su competencia con Air Canada. Pero otros países del mundo han visto el surgimiento de pequeñas aerolíneas con precios moderados, como la irlandesa Ryanair y la estadounidense South West Airlines, las cuales han creado una nueva competencia en la aviación. En México el virtual monopolio inhibe el surgimiento de estas aerolíneas de bajo costo.

Una solución al problema del mercado aéreo habría sido vender Aeroméxico y Mexicana por separado a aerolíneas extranjeras. Esto les habría permitido sobrevivir a las dos, aun siendo competidoras, por su vinculación con las redes más amplias de sus casas matrices.

Pero en México se mantiene una Ley que limita la inversión extranjera al 25 por ciento en las aerolíneas nacionales.

Los sindicatos, por supuesto, van festejar la fusión de Aeroméxico y Mexicana. Pero los mexicanos que viajamos en avión, o a los que quisieran hacerlo pero no pueden pagar los pasajes, tendremos que lamentarlo.

Auge bursátil

El índice de la Bolsa Mexicana de Valores ha subido gradualmente pero su avance acumula ya un 32 por ciento en el año. No podemos ya cerrar los ojos a esta situación. Algo han visto los inversionistas en la bolsa y en la economía del país este año a pesar de los sainetes de los políticos.

Correo electrónico:

sergiosarmiento@todito.com

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