Armstrong manifestó que "es un gran honor llegar con el maillot amarillo a una cima de leyenda como el Alpe D'Huez".
20 de julio 2004.
Villard de Lans (Francia), (EFE).- El estadounidense Lance Armstrong continuó con sus exhibiciones en el Tour después de la jornada de descanso y demostró que también es el más rápido al esprint ganando la decimosexta etapa, que entraba en los Alpes, disputada entre Valreas y Villard de Lans, de 180 kms, y además se enfundó el maillot amarillo la víspera del Alpe D'Huez, lo cual dice Armstrong significa un honor.
La ambición del americano es ilimitada y pretende ganar por K.O su sexto Tour. El magisterio mostrado en los Pirineos tuvo su continuidad en la primera jornada alpina, donde llegó al último kilómetro en un grupo de 5 con Basso, Ullrich, Kloeden y Leipheimer.
El italiano del CSC lanzó el primer asalto, en busca de una sorpresa, y la respuesta del "boss" fue demoledora. Arrancó a 200 metros de meta y ahí se presentó agitando los brazos con auténtica rabia con un tiempo de 4h.40.30. "Ha sido emocionante", dijo.
Era su tercera victoria de etapa en el presente Tour después de la cronometrada por equipo de Arras y la del Plateau de Beille, y la decimonovena de su palmarés. Para ello tuvo que superar al esprint al único opositor, Ivan Basso, que aún se atreve a tratar de tú al jefe del pelotón. El italiano firmó la segunda plaza con el mismo tiempo.
Tercero, a 3 segundos, fue Ullrich, quien se atrevió a atacar en los puertos sin éxito, y la cuarta para el campeón de Alemania Andreas Kloeden a 6. El primer español, Carlos Sastre entró décimo, a 1.24, después de efectuar un gran trabajo para su jefe de filas del CSC. Peor le trató la etapa al campeón nacional Paco Mancebo, quien perdió 2.13, pero ante el hundimiento del anterior líder Thomas Voekler, ganó un puesto en la general y ahora es cuarto.
Armstrong aún tuvo un pequeño premio en concepto de bonificación, aunque esa no era su guerra. El texano afrontará la cronoescalada del Alpe D'Huez con una renta de 1.25 sobre Basso, "un gran rival, en gran forma y al que habrá que controlar", según comentó el líder del US Postal. Más lejos tiene a Kloeden, tercero a 3.22 y a Mancebo a continuación a 5.39.
La primera etapa en los Alpes empezó con otro revés para el ciclismo español con la retirada de Iban Mayo, del Euskaltel, sexto el año pasado y vencedor en Alpe D'Huez, noticia que no sorprendió a nadie vistas las bajas prestaciones del ciclista de Igorre en Pirineos. Luego llegó el retraso de 23.49 de Roberto Heras, en caída libre, y el alejamiento del podio de Mancebo respecto al que será su rival directo, el alemán Kloeden, sin olvidar que Ullrich se le acercó a 1.15.
En una etapa movida desde el principio, con Virenque en todas las escapadas, fiel a su estilo, la clave estuvo en el Col de L'Echarasson (1a), donde Ullrich se marchó del grupo de los favoritos en un ataque en pleno ascenso. Armstrong, siempre arropado por Landis y Azevedo, ni se inmutó. Dejó hacer al alemán, sin perderlo de vista, claro.
En el descenso se formó la alianza entre el US Postal y el CSC de Basso, quien puso a tirar en la persecución a Voigt, en un descenso escalofriante. En el kilómetro 153 Ullrich ya estaba con la compañía de 10 corredores.
En el Col de Chalimont, a 17 kilómetros de meta, el US Postal devuelve el favor y hace la subida. Son alcanzados Virenque y el danés Rasmussen, que marchaban solos en cabeza de carrera. Con la carrera controlada, faltaba dilucidar la etapa en la última subida, de 2.3 kilómetros. Sastre se dejó sus opciones trabajando para Basso. Precisamente el vencedor en La Mongie apostó todo a un número y se quitó a varios candidatos, pero su compañero en los finales de etapa no era otro que Armstrong, quien una vez más saltó la banca.
El Tour disfrutará mañana, miércoles, de un día histórico con la disputa de la decimosexta etapa, la esperada e inédita cronoescalada Bourd d'Oisans-Alpe D'Huez, de 15.5 kilómetros, que deberá aclarar cual va a ser el podio final de París. La organización soñaba con un duelo por todo lo alto entre Armstrong y Ullrich, pero el dominio del americano evitará que la subida al mítico puerto suponga un duelo cara a cara entre los favoritos iniciales.
Los 13.9 kilómetros de ascenso, con pendiente media del 8.1 por ciento y máxima del 14, repartidos en 21 curvas numeradas ofrecen un desnivel de 1130 metros a todo un mito del Tour, donde la historia coloca en una página reservada a sus vencedores. Quien llega de amarillo a Alpe D'Huez, dice la historia, gana en París.