15 de abril de 2004.
Seúl, (EFE).- El hasta ahora minoritario partido Uri, contrario a la moción opositora que inhabilitó del cargo al presidente Roh Moo Hyun, ha obtenido una amplia victoria en las elecciones legislativas celebradas hoy en Corea del Sur que permitirá al jefe del Estado volver a Gobernar.
Según los resultados de la Comisión Electoral Nacional y terminado el recuento del 99 por ciento de los votos, el pro gubernamental Uri (Nuestro Partido) triplicó su representación parlamentaria al haber logrado 152 escaños, comparado con los 49 de hasta la fecha, y que le otorgan además la mayoría absoluta del hemiciclo compuesto por un total de 299 diputados.
Esta es la primera vez desde 1988 que un partido oficial o de respaldo gubernamental logra poseer la mayoría del Legislativo unicameral surcoreano.
El Gran Partido Nacional (GPN), el mayor de todas las formaciones políticas y en cuyas manos estaba el control del Parlamento, salió derrotado pues los electores le hicieron perder 16 escaños al obtener 121.
Pero la caída más estrepitosa la protagonizó el Nuevo Milenio Democrático (NMD), al pasar de 61 a sólo 9 escaños, mientras que la formación de tendencia sindicalista que hoy se estrenó en la política nacional, el Partido Laboral Democrático, le equiparó con igual número de diputados.
Los resultados dejan ver claramente la voluntad popular para que Roh continúe siendo el presidente del país y se consideran un castigo a los políticos de los partidos que respaldaron la propuesta legal de destitución que le separó del cargo a pesar de que siete de cada diez surcoreanos se oponía a ello.
Los electores no han olvidado que el NMD no escuchó los deseos del pueblo y no dudó en proponer inhabilitar a Roh pese a que hasta finales de noviembre era su aliado.
El constante bloqueo al programa de reformas y transparencia de la política promovida por Roh causó la desintegración del partido y le llevó a la oposición de la noche a la mañana.
El presidente proponía formar un partido de ámbito nacional que prescindiera del dominio actual de los feudos regionales y acabar con la corrupción y las conexiones entre políticos y consorcios empresariales, vicios que desde el final del colonialismo japonés y la Guerra de Corea (1953) han colmado la política surcoreana.
Las divisiones fueron tan infranqueables que medio centenar de diputados del NMD, partido que presidió el ex presidente anterior a Roh y premio Nobel de la Paz Kim Dae Jung, a quien se debe la única e histórica cumbre entre las dos Coreas de 2000, lo abandonaron y crearon el Uri.
Las simpatías que públicamente mostró Roh hacia los escindidos encendieron el rencor del NMD que le acusó de traidor y con el apoyo del GPN presentó la moción para destituirle tras considerar que había violado la ley electoral al no respetar su neutralidad como Jefe de Estado.
El presidente del Uri, Chung Dong Young, abandonó la huelga de hambre de hace unos días y comenzó para pedir unidad contra las fuerzas que apoyaron la moción, y eufórico por la victoria anunció que buscará un "compromiso político" para resolver el litigio de la destitución y lograr que se retire.
Al aprobarse, la moción pasó a ser competencia del Tribunal Constitucional cuyos nueve jueces tienen un plazo de seis meses para resolver si procede o se rechaza.
La destitución presidencial, la primera desde 1948, arrinconó otros temas de importancia como el alto desempleo y declive económico, la amenaza nuclear de Corea del Norte, y el envío a Irak del segundo contingente militar surcoreano para la reconstrucción de aquel país árabe en medio del grave clima de inseguridad y terrorismo.
Pero el planteamientos a favor de mantener el envío de 3.000 soldados que tienen tanto el Uri como el GPN no dejan duda alguna y el contingente saldrá al comienzo del verano hacia el país árabe.
La participación ciudadana fue del 59.9 por ciento, 2.7 puntos por encima de los anteriores comicios de 2000.