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TOKIO, JAPÓN.- La rusa Maria Sharapova aplastó ayer a la estadounidense Mashona Washington, 6-0 y 6-1, para ganar por segunda ocasión consecutiva el Abierto de Japón, antes de que un tifón obligara a suspender las acciones del torneo.
El checo Jiri Novak, quinto preclasificado, se impuso por 6-4, 4-6 y 6-2 al australiano Lleyton Hewitt, cabeza de serie, en un partido que se interrumpió durante 35 minutos, cuando la lluvia comenzó a filtrarse por el techo retráctil del Ariake Colosseum.
Novak enfrentará en la final de hoy al estadounidense Taylor Dent, quien derrotó por 4-6, 6-4 y 6-1 al checo Bohdan Ulihrach.
Con vientos de 162 kilómetros por hora, el tifón Ma-on es el más intenso que azota la región en diez años. Las autoridades pronostican 250 milímetros de precipitación hasta hoy.
Sharapova, la primera preclasificada y campeona vigente de Wimbledon, empleó su servicio potente y su golpeo sólido para dominar a la estadounidense. "Serví muy bien", dijo Sharapova. "Sabía que debía marcar el paso esta vez, y logré hacerlo mejor que la última ocasión en que nos enfrentamos".
Aquella vez, Washington se impuso 6-3, 2-6 y 6-2, en la segunda ronda del torneo de New Haven, disputado en agosto.
Disputan Mauresmo y Davenport final en Filderstadt
Amelie Mauresmo disputará hoy con Lindsay Davenport el trofeo del torneo Porsche; con su avance a la final se aseguró mantener su primer puesto en el escalafón mundial.
Mauresmo, primera cabeza de serie, venció en semifinales a la rusa Svetlana Kuznetsova (4) por 7-5, 6-4, mientras que Davenport (2), eliminó a la rusa Anastasia Myskina (3) 6-2, 6-4.
Al ganarle ayer a Kuznetsova, a quien le lleva ventaja de 3-0 en sus enfrentamientos individuales, la francesa retuvo su primer lugar en el ranking al menos por una semana más. Si hubiese perdido aquí, la estadounidense Davenport la habría sobrepasado en el escalafón con su victoria.
Davenport ha sido número uno durante varias semanas, la última de ellas en enero de 2002.
Kuznetsova, que con 19 años era la más joven de las cuatro semifinalistas, le dio trabajo a Mauresmo.
"Tuve una sola oportunidad de quebrarle el saque, y la aproveché", dijo la francesa. "Ella tuvo varias y falló. Allí estuvo la diferencia.
