La diferencia electoral entre David y Goliat: Uruguay votó por la libertad. USA votó por el miedo. Desde el espectacular y monstruoso golpe de las Torres Gemelas, que le abrió las puertas del poder mundial sin restricciones, el Gobierno de Bush empleó millones de dólares del erario en aterrorizar a los ciudadanos gringos hasta de los últimos ranchos.
En una cruzada por implantar el terror, los medios de comunicación, heraldos de “los halcones”, transmitieron una bárbara propaganda diseñada por el terrorismo de Estado, que en los últimos meses contaba con una sesuda “explicación” de lo espeluznante que hubiera sido la vida en USA si George W. Bush no hubiera atacado y destruido a Afganistán y a Irak. Por otra parte, los ciudadanos recibieron constantes cartas en las que se indicaba la dirección del refugio contra el terrorismo más próximo de su domicilio y se les conminaba a contactar a autoridades para recibir órdenes de los pasos a seguir en caso de un muy probable y casi inminente ataque terrorista.
A la par, enarbolando el Patriot Act, se conculcaban los derechos ciudadanos, se amenazaba con el arresto por el crimen de “antipatriotismo” a cualquiera al que se le ocurría cuestionar la veracidad del Gobierno.
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Cuando por fin el demócrata John Kerry decidió tímida y tardíamente criticar a George W, su antiguo compañero de la bushiana asociación estudiantil “Huesos y Calaveras”, empezaba sin embargo un despertar, pero requería un líder que con fuerza y valentía exigiera una verdadera investigación sobre el atentado a las Torres Gemelas (la siguen solicitando las viudas de las víctimas), que dijera la verdad sobre el horror de su ilegal guerra preventiva impuesta al planeta, sobre sus errores internos en la economía -que ahora le van a caer encima a W-, que exigiera la desaparición del fascista Patriot Act, etc.
Pero aunque Kerry demostró en los debates ser más inteligente, elegante, caballeroso, etc. lo que se necesitaba para convencer a la masa ignara eran “guts”, “tripas”, se dice en inglés y en mexicano.... adminículos genitales, que también le faltaron al otro demócrata Al Gore y a los que después del fraude electoral de 2000 se inclinaron ante el ilegítimo Bush, ahora legalizado por el terror, con tres millones de votos. Kerry no necesitaba convencer a la gente más culta y sofisticada de las costas que tiene comunicación con el resto del mundo, sino al “planeta aparte”, a la mayoría, la “América Profunda”, profundamente ignara, que sólo conoce su propio mapa.
Una “América” con permiso ¡con derecho! para matar, “educada” por la TV, el cine, las sectas, etc. para desarrollar al máximo belicosos genes imperialistas que atrofian la natural capacidad de análisis, de juicio lógico y de compasión de todo ser humano verdaderamente libre y no programado como han sido los gringos a los que les cultivan el lado oscuro, el “Dark side” “en nombre de Dios”.
Mal escogido el candidato tan reticente al ataque franco y urgente que merecía la situación ¡y el mundo exterior! que, repito una vez más, debería en tiempos de globalización y de unipolaridad, tener derecho a votar, en la elección del Gobierno mundial, del verdugo mundial que enterró a la ONU cuando decidió invadir a Irak.
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Cinco días antes de la elección, Bin Laden y ¿coautores halcones especializados en la psicología de los estadounidenses? le dieron una magistral puntilla a cualquier intento de despertar intelectual en la parte roja del mapa gringo. De que George W y Osama fueron cuatísimos no hay duda.
Y lo siguen siendo, como lo demuestra el estupendo mensaje que en tono comprensivo y bondadoso, envió Osama el 29 de octubre al pueblo amigo a través de Al Jazeera, haciéndole a Bush el mayor de los “paros”. ¡Qué impresionante amistad une al clan saudí, su megasocio, con la familia Bush! George W protegió amablemente a 142 miembros del clan Bin Laden, que se encontraban en USA el 11 de septiembre de 2001, sin siquiera interrogarlos sobre el atentado de NY; -los invitó a salir para evitarles las molestias del tiradero.
El mensaje de Bin Laden (completo en inglés en mi página web) es un portento de comprensión de la mentalidad gringa en general y en los precisos momentos de la votación en que el terror es consecuencia de larga y consistente labor.
Entresaco algunas perlas, “Así habló Zaratustra Bush-Laden”: -A ti, pueblo americano te hablo hoy sobre la mejor manera de evitar otra catástrofe y sobre la guerra, sus razones y sus consecuencias. -Y en ese aspecto, te digo que la seguridad es un importante pilar de la vida humana y que los pueblos libres no comprometen su seguridad. Y por primera vez el buen Osama, tras afirmar la libertad de los árabes y sus muchas coincidencias con los gringos, acepta su responsabilidad en el atentado de las Torres Gemelas, por si alguna oveja descarriada pensara (como muchos en el mundo) que fue un “autoatentado”, como Pearl Harbor y otros:
“-Los hemos atacado porque somos libres... Me pregunto sobre ustedes... Estamos llegando al cuarto año después del 9/11. Bush está aún confundiéndolos... escondiendo la verdadera razón. Sin embargo la motivación sigue vigente para repetir lo que sucedió... Seré honesto con ustedes... nosotros no teníamos intenciones de destruir las torres.... pero la injusticia de americanos e israelíes contra Palestina y Líbano fue tal que se me ocurrió fijarme en las torres... y regresé a 1982... y vi las torres destruidas en Líbano cuando América le dio permiso a Israel para invadirlo con la asistencia de la Sexta Flota.... y pensé... que prueben lo que probamos...
Y termina con una orden no tan subliminal: “Su seguridad no está en manos del candidato presidencial demócrata John Kerry o Bush o Al Qaeda. Su seguridad está en sus propias manos. Ninguna nación que no nos ataque será atacada”. Y los avestruces de la parte roja del mapa metieron la cabeza en la tierra americana, se taparon las orejas y votaron.
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