Vista del renovado vestíbulo de la ópera Garnier de París, edficio que reabrió al público tras un año en obras.
Construído por orden de Napoleón III como elemento clave de la reconstrucción de la capital francesa ideada por el Barón Hausman, el proyecto fue ajudicado al arquitecto desconocido Charles Garnier.
Tras 15 años de obras, el Garnier fue inaugurado en enero de 1875. Con una superficie de once mil metros y un escenario que tiene cabida para 450 artistas a la vez, además de un tejado magnífico y decorado extravagante en marmol y pan de oro, el edificio se considera una obra maestra del Eclecticismo Francés.