Aunque hay coincidencia de opiniones sobre lo positivo que pueden resultar los retenes policiacos que se instalan como medida preventiva de seguridad pública, también lo hay en reprobar los excesos que cometen algunos de los agentes en contra de los ciudadanos, y la discrecionalidad y arbitrariedad para detener los vehículos, que incluso ha provocado quejas por violación a los derechos humanos y las garantías individuales no solamente de conductores sino de tripulantes de los automotores.
Además de las quejas que se manifestaron durante el periodo vacacional por violación a los derechos humanos, por el funcionamiento de retenes de seguridad pública que se instalaron en los accesos a la ciudad, por la forma en que actuaron los diferentes elementos de las corporaciones participantes, también surgen inconformidades de conductores de vehículos por la detención de unidades que circulan por diferentes rumbos de la ciudad, por parte de agentes de Vialidad Municipal, que prácticamente están a la caza, al apostarse en grupos por avenidas y bulevares en que el tráfico es alto en determinadas horas de la noche.
Inclusive, con el inicio del funcionamiento de los llamados alcoholímetros, la noche del viernes, brotaron inconformidades, ya que los agentes de tránsito detuvieron unidades por el sólo hecho de circular por donde se apostaron, sin que hubiera de por medio alguna violación al reglamento, o que fuera ostensible que el conductor fuera en estado de ebriedad.
En tal contexto, el presidente de la Barra de Abogados, Juan Francisco Vázquez Novoa, consideró que aunque los retenes ?adolecen de cierto grado de inconstitucionalidad?, también es cierto que sus objetivos son buenos, al ser de interés común, y tratar de proporcionar seguridad pública, y prevenir delitos y accidentes.
?Aunque no puede soslayarse que se violenten las garantías individuales de las personas?, se entiende que la finalidad es proteger a los ciudadanos de los actos que ellos mismos pueden realizar en su contra. Es decir, evitar que conduzcan los vehículos en condiciones no aptas.
Sin embargo, aclaró que lo que es condenable y violatorio a las garantías individuales y derechos humanos, es que los agentes cometan excesos amparados en propósitos positivos, y que además pudieran presentarse tales situaciones a la extorsión y por ende actos de corrupción.
En el caso de los alcoholímetros, dijo que no es correcto que se detenga a los vehículos sin que haya de por medio alguna infracción al reglamento de tránsito, o de que el conductor lo haga en ostensible grado de ebriedad. De no ser así, entonces sí podría ser causal de violación a las garantías individuales.
Por su parte, el presidente de la Comisión Legislativa de Derechos Humanos de la LXII Legislatura local, Sergio Carrillo Arciniéga, en coincidencia con la opinión de la Barra de Abogados, consideró que los objetivos de los retenes son positivos, pero que debe haber una estricta vigilancia por parte de las autoridades, para evitar los excesos que tergiversan los beneficios, como son los excesos de los agentes, la extorsión y la corrupción.
Sobre el alcoholímetro, consideró que es positivo para provocar la disciplina, pero siempre y cuando no se preste al abuso. Prácticamente los elementos de Vialidad están de cacería. Y lo peor, recordó, es que disposiciones del Ayuntamiento señalan que se comete infracción cuando los tripulantes van en estado de ebriedad, aun y cuando el chofer lo hagan sin ingerir bebidas alcohólicas. Es una contradicción legal.
SEGURIDAD
Quejas contra agentes
El vocero de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, José Gandarilla, informó que durante la Semana Santa se presentó una queja diaria por presunta violación a los derechos humanos en contra de elementos de las corporaciones policiacas.
-Tres fueron contra policías ministeriales por abuso de autoridad y detención arbitraria.
-Una queja en contra de agente del Ministerio Público por deficiente integración en la averiguación previa, y otra señaló responsabilidad a un elemento de la Dirección Municipal de Seguridad Pública.
-En la mayoría se involucran situaciones de retenes.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.
