George Lucas participó en dos de las series más existosas en la historia del cine
SUN-AEE
LOS ÁNGELES, EU.- George Lucas es uno de los cineastas más “revolucionarios” del Siglo XX, que abrió nuevos caminos en el cine con series como La Guerra de las Galaxias e Indiana Jones, consideradas las más rentables en la historia de Hollywood. Y después de haber conquistado todo, ahora sueña con dirigir una ópera en Milán (Italia). “Madurar artística y humanamente es el mejor premio”, dijo Lucas es un gran mercadólogo, lo que lo ha llevado a tener un gran éxito económico.
Va a celebrar el 60 aniversario de su nacimiento “con la satisfacción de haber hecho lo que quería”, dijo. Ese día, el 14 de mayo, ofrecerá una cena en un hotel de San Francisco a un grupo de compañeros de profesión y varios amigos íntimos que nada tienen que ver con el cine.
El director no se considera un producto de Hollywood, ni siquiera geográficamente.
“Estudié en la Universidad del Sur de California, que está en el centro de Los Ángeles, bastante lejos de Hollywood. Y cuando estuve en la universidad, no había manera de que un estudiante pudiera abrirse camino en el negocio. Así que muchos de nosotros, nos marchamos. Nos dijimos, si no podemos introducirnos, crearemos nuestra propia industria. Y así ocurrió. Vivo en San Francisco, muy lejos de la industria del cine. La mayoría de mis amigos son catedráticos con los que hablo de todo, excepto de cine”, le dijo a la periodista Paula Parisi.
Le rendirán homenaje
Los que reconocen que sin George Lucas el cine no sería el mismo, le van a rendir homenaje a través de una exposición fotográfica y la presentación de una biografía escrita por el guionista Anthony Baxter.
Él, que está a punto de iniciar sus andadas por la ruta de los sexagenarios, apuntó que está lleno de proyectos y tan vital como un cuarentón. “Tengo prisa porque sé que todavía no he hecho la obra que todos soñamos. Aún noto que me falta algo. No he llegado a la cúspide porque significaría el inicio del descenso”.
Subrayó que está en la mejor etapa de su vida. “Nuestra mejor obra es tener suficiente inteligencia para sacarle zumo a la vida...”.
Ama las carreras de autos
George Walton Lucas Jr. nació en Modesto, California, el 14 de mayo de 1944. En una de sus últimas entrevistas, puntualizó: “Desde que era un niño mi pasión era ser piloto de coches de carreras. Nunca acepté otro regalo que no fuera un coche de juguete. Tenía una colección enorme, de la que aún conservo varios modelos. Pero no pude convertir mi sueño en realidad por culpa de un grave accidente”.
Aún así, ha competido varias veces para recaudar dinero con destino a organizaciones benéficas. La última vez lo hizo en abril 2000 en la carrera Toyota Gran Prix, en Long Beach, junto a varios famosos de Hollywood, entre ellos Clint Eastswood, Christian Slater, Ashley Judd, Cameron Díaz y Jay Leno. La recaudación fue de 100 mil dólares para el programa Racing for Kids, en beneficio de los hospitales infantiles.
Tras cursar sus primeros estudios, se matriculó en el Modesto Junior College para estudiar Ciencias Sociales. “Allí conocí al director de fotografía Haskell Wexler, que me aficionó al cine. Tanto, que me animó a matricularme en la Escuela de Cine de la Universidad del Sur de California (USC). Gracias a él descubrí un mundo fascinante, al que le he entregado mi vida”.
Cuando conoció a Coppola
Fue cuando rodó sus primeros cortos, entre ellos uno de ciencia-ficción que obtuvo el primer premio en el National Stedent Film Festival de 1967-1968. “Significó el empujón para introducirme en el mundo del cine del que no he salido jamás”.
Posteriormente le concedieron una beca para asistir como observador al rodaje de varios filmes, en los que se contaba El Valle del Arco Iris , dirigida por Francis Ford Coppola.
A partir de entonces, entre ambos surgió una química especial, incluso, Coppola lo convirtió en su ayudante de dirección en Llueve Sobre mi Corazón . “Sobre aquella producción rodé un documental de 40 minutos que tuvo muy buena crítica y por supuesto, por el propio Francis, que era lo que me interesaba. Aún Coppola no era el que es, pero ya se le respetaba y había demostrado que era un genio”.
