Sugieren que centro de atención sea de poca capacidad y opere con encierros cortos
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- En opinión de Josefina Piña Saucedo, las casas y los asilos psiquiátricos, deben quedar fuera. En su lugar deben construirse clínicas de desintoxicación donde se puedan manejar los cuadros agudos de pacientes con problemas en su salud mental.
La encargada del área de Neuropsiquiatría del Hospital General “B”, informó que ante la necesidad de un centro en la Comarca Lagunera donde se atienda este tipo de enfermos –actualmente son trasladados al Hospital Psiquiátrico de Durango-, los psicólogos y psiquiatras de esta entidad, gestionan con las autoridades correspondientes para que el proyecto se concrete.
Sin embargo, Piña Saucedo es de la idea de que las instituciones para la salud mental por hoy, deben ser de poca capacidad, no hospitales psiquiátricos como existían anteriormente, porque de acuerdo a su experiencia, en el primer internamiento de un enfermo, sus familiares piden que no lo dejen porque tienen un vínculo emocional muy grande con él.
Lo ideal son aquellos centros que funcionan bajo encierros cortos, porque en los primeros, el familiar tiende a deshacerse del paciente: “Los parientes lo dejan y ya no lo quieren recoger”.
El concepto de los asilos ha cambiado en Estados Unidos y el resto de lo países desarrollados. Ahora son casas de salud. “Deben ser centros para intoxicación aguda de tratamiento corto y rápido, para que el enfermo se reintegre a su familia, se rehabilite en la medida de lo posible y pueda seguir su vida adelante con el nexo de su gente”.
En ningún lugar lo van a querer y cuidar más que en su casa e internarlo, significa perder ese vínculo. En Estados Unidos se comprobó que en las casas para problemas de retraso mental y trastornos de este tipo, el deterioro era tan severo en las personas que estaban recluidas y el maltrato muy alto se generaba entre ellos.
Un hospital psiquiátrico de grandes dimensiones, no sería operativo, además de que no existen los recursos para manejarlo. “Pero sí los hay para dar atención aguda donde la participación de los familiares de los pacientes y de alguna manera, de la sociedad en común, es imperante”.
El enfermo psiquiátrico no dista mucho de ser igual a cualquier paciente neurológico. Refirió que cuando por un accidente una persona se queda cuadripléjico, tendrá que solicitar atención a un hospital y estará en contacto con la medicina y quizá adquiera un carácter irritable que lo llevará a necesitar ayuda psiquiátrica, porque además no es fácil quedarse sin la capacidad de ser autosuficientes y depender por completo de su familia.
“Yo no he visto ningún hospital para asilados con problemas de parálisis o de cuadriplejías, porque a los pacientes con un trastorno mental, el Gobierno y el resto de las personas tienen que hacerse responsables de esos enfermos y por qué entonces debemos internarlos, creo que esta mentalidad debe cambiar, ya que se trata de un familiar y es obligación de los parientes es su cuidado y atención”, comentó.
FALTAN RECURSOS...
Se critica mucho la función de los hospitales psiquiátricos que están operando, pero es la falta de recursos la que impide su buen funcionamiento.
· Hacer cambios dentro de las áreas hospitalarias es muy difícil.
· Por eso no es necesario abrir hospitales de muchas camas para asilados.
· El servicio de trabajo social batalla para hablar con los pacientes.
· Resulta que muchos pacientes fueron abandonados a merced del hospital.
· Pero la verdad que para este tipo centros de salud, no hay recursos.
· El problema principal es el económico y la salud mental es la más olvidada.
FUENTE: Área de Neuropsiquiatría del Hospital General “B”
