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México, DF.- Hoy en el Teatro Chino de Hollywood se efectuará una insólita y esperada ceremonia, la cual tendrá resonancia mundial, cuando se devele una estrella muy particular en el Paseo de la Fama, con la que la meca del cine rinde un merecido homenaje al ?monstruo? más querido del cine: Godzilla.
Miembros de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas le han expresado al ?escamoso? monstruo de más de 50 metros de altura que, por razones de logística y espacio, esta vez la ceremonia no incluirá la impresión de sus garras en cemento fresco.
El coloso nipón, que el cuatro de noviembre cumplió 50 años de dar las mejores batallas -como bueno y como malo- en una filmografía selecta, asistirá a la premier de su última película, Final Wars.
Sin empate y sin indulto, la colosal leyenda creada por la radiación en 1954, ha tenido el papel protagónico en 28 películas, en donde Tokio, Japón, ha pagado los platos rotos reconstruyendo la ciudad una y otra vez para que el original Gojira pase de nuevo sobre ella.
Ahora combatirá en superlibre contra diez monstruos entre viejos y nuevos (más una sorpresa X), teniendo como gigantesco ring las ciudades de París, Nueva York, Shangai y Sydney. Sus contrincantes: Mothra, Rodan, Anguirus, Gigan, Hedorah, Manda, Kumonga, Kamakuras, Ebirah y King Caesar, capitaneados por Monster X, juran que darán lo peor de sí mismos para doblegar al gigante.
Final Wars, dirigida por Ryuhei Kitamura, con duración cercana a las dos horas, ha tenido un presupuesto de más del doble que cualquier cinta nipona que, por lo general, no pasa de cuatro billones de yens. Los que veneran al todavía llamado Rey de los Monstruos, siempre han estado del lado de su mal temperamento, y sólo lamentan que no le haya echado su letal aliento radioactivo a Roland Emmerich y Dean Devlin, por la pésima película que le rodaron en 1998, cambiándole su look original, y haciéndolo ver como una vil lagartija.
Los verdaderos fans de Godzilla no se fueron con la finta, a pesar de la publicidad, y nunca aceptaron su versión de T-Rex. Godzilla arribó al cine en 1954 devorando peces, ballenas y ¡seres humanos!, enfundado en un gran traje de hule que pesaba casi 50 kilos que albergaba en su interior al original Harau Nakajima, el hombre que destrozaba un delirante Tokio de maqueta.
El monstruo se volvió en leyenda, vivió su única derrota cuando King Kong se atrevió a desafiarlo. De ahí en adelante, Godzilla -como bueno, malo o peor- nunca ha perdido y Final Wars, no va a ser la excepción.
Ataca el mundo académico
Durante décadas ha aterrorizado a Japón. Ahora, para conmemorar sus 50 años, Godzilla se acaba de enfrentar a académicos que quieren luchar con su legado.
La Universidad de Kansas le acaba de rendir homenaje al lagarto através de un ciclo de conferencias de tres días. No se trató sólo de celebrar a las películas de criaturas. Los conferenciantes hablaron de la globalización, la cultura popular japonesa y las relaciones entre Japón y Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial.
El evento presentó discursos, paneles de discusión y proyecciones gratuitas de filmes de Godzilla, incluyendo Gojira, que tuvo como testigos a historiadores, antropólogos y otros académicos de universidades como Duke y Harvard.
Entre los asistentes estuvo Andrew Kar, un escritor técnico de St. Joseph, Missouri, quien quedó cautivado con las películas de monstruos desde que era niño. ?Cuando eres un hombre de 35 años y aún disfrutas estos filmes, te tienes que preguntar por qué?, dijo. ?Para algunos de nosotros, tiene un significado. Para otros, es basura?.
