El "chico salvaje" de la familia real se enfrentó a un grupo de fotógrafos en la discoteca Pangaea en Piccadilly, en el centro de Londres.
LONDRES, (Reuters) - El príncipe Harry de Inglaterra protagonizó un altercado con fotógrafos el jueves de madrugada en una discoteca de Londres, mellando los intentos de eliminar su imagen de "chico salvaje" de la familia real británica.
Los asesores reales dijeron que el príncipe fue golpeado en la nariz y que un fotógrafo sufrió un corte en el labio después que Harry, el hijo menor del príncipe Carlos y la fallecida princesa Diana, tratara de apartar una cámara.
Las imágenes trasmitidas por la televisión británica mostraban al príncipe pelirrojo, el tercero en la línea de sucesión al trono, peleando con los fotógrafos tras divertirse en la discoteca Pangaea en Piccadilly, en el centro de Londres.
Uno de los periodistas, Chris Uncle, dijo al periódico Evening Standard que Harry lo atacó "de forma deliberada" cuando iba a subir al auto.
"De repente, salió del auto y se abalanzó contra mí. Decía '¿por qué no me dejas en paz?,'" dijo Uncle.
Otro fotógrafo que presenció el altercado apoyó esta versión de los acontecimientos.
Una fuente policial dijo que era improbable que se presentaran cargos.
IMAGEN DE PLAYBOY
Aunque los medios de comunicación dejaron en paz en gran medida a Harry y a su hermano mayor, Guilllermo, tras la muerte de Diana en 1997, el príncipe más joven ha acaparado la atención tras admitir haber fumado marihuana y haber bebido cuando aún era menor de edad.
Este mes, una de las ex profesoras de Harry en el elitista colegio Eton dijo que ayudó a preparar el material que su alumno real entregó como propio en un examen de arte.
Aunque Eton y el príncipe han negado haber hecho trampas, la historia aún aparece en las primeras páginas de los medios de comunicación.
En un intento de limpiar la imagen de Harry, la televisión británica emitió en septiembre un documental sobre el príncipe trabajando con las víctimas del sida en el reino africano de Lesoto.
En el programa, Harry, que está a punto de unirse al ejército, dijo que quería continuar con la obras de beneficencia que tanto se identifican con su madre, quien también estuvo acosada por los paparazzi durante su vida.
Aunque las payasadas de Harry han despertado críticas, hay muchas personas que son comprensivas con él, conscientes de que sólo tenía 12 años cuando su madre murió en un accidente automovilístico en París y que ha tenido que vivir desde entonces con incontables revelaciones sobre la vida privada de ella.
Robert Lacey, comentarista y biógrafo real, cree que Enrique ha atravesado por un momento difícil.
"Sería insólito si a la edad de 20 años no hace locuras, no se permite indiscreciones", dijo a Reuters.
"Para ambos príncipes, fueron los paparazzi quienes perseguían a su madre en el túnel en el que murió. Si siente furia contra los paparazzi, se puede comprender estos sentimientos", añadió.
