DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN | EN MÉXICO 300 MIL FAMILIAS VIVEN EN SITUACIÓN DE HAMBRE
EL SIGLO DE TORREÓN
Necesario reestructurar los programas de asistencia.
TORREÓN, COAH.- Las cifras no son nada halagadoras. En México hay 300 mil familias que viven en situación de hambre y en pobreza alimentaria alrededor de 20 millones de personas. Con estas estadísticas el país poco tiene que celebrar este 16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación.
Recientemente la titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, reconoció que la actual estabilidad económica del país no ha sido factor para revertir la pobreza. Así pues uno de cada dos connacionales vive en esas condiciones.
La caída de los salarios reales ha sido determinante en la marcada diferencia en el acceso de alimentos, tanto en calidad como en cantidad.
Según la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares, en el año 2000 el diez por ciento más pobre de la población destinó 53 por ciento de su gasto a la alimentación, en tanto que el diez por ciento más rico destinó sólo el 17 por ciento, además de que el gasto promedio trimestral por familia fue más de cinco veces superior en el último decil respecto al primero.
Para México el proceso de globalización ha sido una experiencia negativa. Son pocas las manos que se han beneficiado de un modelo que promueve la liberación sin restricciones del mercado mundial de capitales que determinan una reestructuración tecnológica y espacial de la producción y genera una alta volatilidad, por ende acrecentando la vulnerabilidad de las economías pobres y en desarrollo.
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) estima que el 4.1 por ciento de la población total se encuentra bajo la línea de la pobreza y el 15.2 por ciento bajo la línea de la indigencia.
Ante este panorama las generaciones actuales reciben una alimentación de menor calidad en comparación con las de sus padres.
De acuerdo con cifras oficiales, el 18.6 por ciento de los hogares con 24.2 por ciento de la población sufre pobreza alimentaria, es decir, no obtiene ingresos suficientes para adquirir una canasta básica de alimentos.
La pobreza alimentaria se distribuye en forma desigual en el territorio nacional. Los Estados de Chiapas, Oaxaca y Guerrero, son los que presentan una problemática mayor de este tipo. De acuerdo a los datos de 2003 del Panorama Social para América Latina de la EPAL, el salario mínimo legal medio en México, se ubica por debajo de la línea de pobreza calculada por ese organismo, situación sólo comparable con Uruguay.
Las cifras
La Organización para la Agricultura y Alimentación (FAO), considera que los niveles de desnutrición en México son graves. La meta de bajar para el año 2015 en 50 por ciento el número de personas desnutridas en el mundo, que ascendía a 800 millones en 1995, será difícil de cumplir, ya que según datos de la FAO en los pasados nueve años la reducción ha sido apenas de 16 millones.
De acuerdo a evaluaciones realizadas por la FAO sobre la meta fijada para 2015, los gobiernos no tienen voluntad política para cumplir el objetivo, lo cual se refleja
En 1974 se aplicó la primera Encuesta Nacional de Alimentación en el Medio Rural Mexicano (ENAL), a partir de esa fecha el ejercicio se repitió hasta 1996. Más allá de los resultados, resulta por demás grave la prevalencia de los niveles de desnutrición en 22 años manteniéndose leve en alrededor del 30 por ciento y la moderada severa en torno al 20 por ciento.
Datos recientes del programa IMSS-Oportunidades (1998-2003) revelan la persistencia del problema, que no ha logrado reducirse por debajo del valor esperado de 22.4 por ciento en los niños.
Esta situación implica que México podrá cumplir la meta del milenio para la erradicación del hambre, pero no podrá reducir en 50 por ciento el número de personas subnutridas, meta que se estableció en la Cumbre Mundial sobre Alimentación en 1996. Según la CEPAL esto se deriva del hecho de que las desigualdades de acceso al consumo de alimentos aumentaron durante los años 90, a pesar de la reducción de la pobreza extrema.
A la par del fenómeno de la desnutrición está el incremento en el número de personas afectadas por problemas de diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares. Los Estados con mayor índice de esta problemática son: Yucatán, Nuevo León, Tamaulipas, Guanajuato y el Distrito Federal.
Ausencia de compromiso
Para solucionar el problema de la alimentación y la miseria, el país ha implementado diferentes programas tanto a nivel Municipal, como Estatal y Federal.
Sin embrago, según el Diagnóstico sobre la Situación de los Derechos Humanos en México, elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, señala que no puede afirmarse que la nación cuente con una política de Estado para su cumplimiento.
“Esta falta de política se ve reflejada en la desintegración de las estrategias y programas en ese ámbito, así como en la inexistencia de una única entidad responsable encargada de dar seguimiento a las acciones de las diversas dependencias involucradas”.
El documento de las Naciones Unidas afirma que esta falta de política federal conlleva una serie de problemas como: la inexistencia de lineamientos claros para los programas de educación y orientación alimentaria; la falta de claridad en las responsabilidades públicas relacionadas con la cadena alimentaria y su necesaria coordinación y el desaliento en la producción interna; el escaso control sobre el abuso en la publicidad y la comercialización de alimentos y la carencia de sistemas apropiados de información y evaluación de la situación alimentaria y nutricional de la población.
El informe señala que para la protección del derecho a la alimentación el Estado mexicano no ha modificado paulatinamente su intervención, sustituyendo los apoyos a la producción de alimentos por programas focalizados de asistencia alimentaria de distribución directa de productos o por la entrega de dinero para adquirirlos.
“En ese propósito Sedesol tiene a su cargo líneas de acción de asistencia alimentaria para la población en situación de pobreza. Los esfuerzos se han encaminado a ampliar la cobertura de los programas Oportunidades y de desayunos escolares, recuperar programas que estaban en proceso de desaparición (como el de distribución de leche y el de despensas), fortalecer otros como el ahora llamado “Arranque parejo en la vida” (operado por la Secretaría de Salud) y crear uno dirigido a los grupos de extrema pobreza en comunidades aisladas, denominado “Pa’que te alcance”, menciona el Diagnóstico.
La dura realidad
A pesar del programa Oportunidades se estima que más de 800 mil familias que viven en pobreza alimentaria (correspondientes a 4.2 millones de personas) no reciben beneficio alguno. Este grupo el Gobierno Federal lo trata de atender mediante el programa “Pa’que te alcance”, el cual recientemente quedó reducido a su mínima expresión y no cumplió la meta, ya que sólo atenderá a 220 mil hogares de menos de diez Estados y dejará fuera a 597 mil 800 familias que debieron ser integradas en este 2004.
Por su parte el DIF a nivel nacional anuncia la existencia de una estrategia integral de asistencia social alimentaria, “sin embargo sus acciones de impacto se concentran en los tres programas que se realizan con recursos del Ramo 33 y que incluyen la distribución de desayunos escolares y las cocinas alimentarias, tareas actualmente de los DIF’s estatales”.
En este panorama México celebra el Día Mundial de Alimentación, donde cifras oficiales del Gobierno Federal reconocen que 4.5 millones de familias, es decir 22.5 millones de mexicanos, se encuentran en la pobreza extrema. Estas personas sobreviven con menos de 55 pesos al día. Otras 4.2 millones de familias unas 21 millones de personas viven en condiciones de pobreza, al subsistir con más de 55 pesos, pero menos de 110 pesos diarios.
A pesar de lo contundente de las cifras el Gobierno Federal afirma que la pobreza se redujo en México en 16 por cierto en los dos primeros años del mandato de Vicente Fox.
Otros problemas
La mala nutrición constituye actualmente un problema de salud publica, ya que propicia la desnutrición y enfermedades crónico-degenerativas.
Según el Diagnóstico sobre la Situación de los Derechos Humanos en México, la proliferación de establecimientos de venta callejera de alimentos preparados como alternativa de ocupación e ingreso, “a la par de la creciente dependencia en materia de alimentos básicos importados -entre los que se encuentran productos derivados de organismos genéticamente modificados y alimentos congelados- ha acrecentado la poca certeza sobre la inocuidad de los alimentos que se consumen”.
El informe afirma que al aumentar la dependencia de alimentos importados, en paralelo con la reducción de apoyos públicos a la producción local de alimentos, se eleva la vulnerabilidad a nivel nacional, local y de los hogares, poniéndose en riesgo la seguridad alimentaria. Si no se tiene un seguimiento cuidadoso y certero de las disponibilidades internas, su adecuada y oportuna distribución en todo el territorio nacional, sí como instrumentos para intervenir oportunamente con la creación de reservas. Estos riesgos aumentaron al haberse desmantelado la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo).