La violencia familiar es más que daños físicos, se trata de un problema de salud mental que afecta a las víctimas con padecimientos tales como depresión, trastornos de la personalidad, entre los que se encuentran ataques de pánico, fobias así como una predisposición a las drogas, expresó Dora Chamorro Salinas.
Al conmemorarse hoy el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, la jefa del Departamento de Salud Mental de la SSA destacó que, en efecto, es el sexo femenino uno de los grupos más vulnerables a sufrir maltratos al igual que los menores de edad, los discapacitados, los enfermos mentales y los adultos mayores.
Y es que la violencia es parte de la cultura de los seres humanos, pues según manifestó la también psiquiatra es por naturaleza que el ?fuerte ataque al débil?, y en este sentido, la mujer tiene menos fuerza física.
Expresó que hay diferentes tipos de violencia: psicológica, física, económica y sexual, siendo la primera la más común.
Alguien que es presa de violencia sufre de una baja autoestima y en casos extremos puede llegar a una depresión severa, factor de riesgo para llegar a un suicidio.
Pero la violencia es un círculo vicioso difícil de romper. La mujer es agredida por su pareja, ésta a su vez descarga su frustración con los hijos y los menores de edad crecen con varios problemas de salud mental y son propensos a ser violentos en su etapa adulta.
?Un niño crece con cierto déficit emocional, va a crecer con una baja autoestima dependiendo del tipo de violencia, su gravedad y la frecuencia. Las repercusiones no afectan por igual a los individuos?, expresó.
Sin embargo, la mujer tiene el 50 por ciento de responsabilidad de ser víctima de la violencia al permitir ese trato y acotó que entre menor nivel educativo se posea será más probable que se registre esta clase de situaciones, aunque no son exclusivas de ninguna clase social.
Destacó que, pese a las creencias tradicionales, científicamente el consumo de bebidas embriagantes no está ligado a la violencia. ?Hay hombres muy violentos que no toman ni una gota de alcohol, no se necesita de esto para ser violento?, remarcó.
Por otro lado, explicó que hay casos específicos en los cuales la persona es violenta por una psicopatología, pero son la minoría. ?La violencia se puede abordar desde el punto de vista cultural, el machismo. Pero hay otro tipo de violencia que tiene un trastorno mental?, acotó.
Y el principal problema para aminorar la violencia en la familia es la resistencia de los varones a recibir apoyo profesional, pues tal y como sucede en otros casos, la negación es el primer argumento.