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MÉXICO, DF.- Un estudio de la Cámara de Diputados denunció la existencia de una empresa transnacional dedicada al tráfico de mexicanos, brasileños, argentinos, centroamericanos e infantes, conocida como “Gringo Coyote Company”, que se ha convertido en la principal organización de este ramo en la frontera norte de México.
El mayor número de cruces de indocumentados los opera esta “nueva mafia” en donde la división del trabajo y especialización también da empleo a mexicanos y tiene conexiones en estados como Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Puebla, Oaxaca y Chiapas, entre otros, refiere el texto.
El informe, elaborado con cifras y documentos del Departamento de Estado de Estados Unidos, el Instituto Nacional de Migración de México y autoridades consulares de ambos países, apunta que el negocio del tráfico de indocumentados engloba ganancias para estas mafias de “polleros” de unos ocho mil millones de dólares anuales, aseguró el diputado federal Pascual Sigala Páez del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El legislador manifestó que la “Gringo Coyote Company” está dedicada al tráfico de centroamericanos, mexicanos, brasileños y argentinos, así como menores de edad que son “encargados” a esta “empresa” para llevarlos con sus padres o hermanos que viven y trabajan en Estados Unidos.
Un dato que revela la importancia de esta mafia es que de octubre de 2002 a octubre del 2003 tan sólo en la Garita San Isidro-Tijuana se detuvo a 123 traficantes de indocumentados, de los cuales el 95 por ciento eran estadounidenses.
“Estos traficantes fueron detenidos en su mayoría cuando transportaban a niños mexicanos. Se señala que anualmente más de tres mil 500 niños son deportados y repatriados de Estados Unidos”, se agrega en el texto.
Sigala Páez, diputado por Michoacán, comentó que la “Gringo Coyote Company” está aprovechando el endurecimiento de los controles aduanales y las leyes migratorias de Estados Unidos, que fomentan la descomposición familiar, al no permitir la legalización de familiares de residentes y ciudadanos de origen mexicano.
“Para nadie es un secreto en estados como Michoacán, Jalisco, Chiapas, Oaxaca y Puebla, que se ofrecen los servicios de estos “polleros” que cobran entre cuatro mil y seis mil dólares para llevar a una persona, adulto o niño, hasta donde vive su familiar en Estados Unidos”, aseguró.
En el documento se refiere que la corrupción en aduanas de los dos países es lo que hace rentable este negocio.
Se estima que la tercera parte del dinero que pagan los indocumentados al “pollero” o “coyote” termina en los bolsillos de esos funcionarios.
La “Gringo Coyote Company” surgió a raíz de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, cuando un grupo de anglosajones reforzaron en California una compleja organización para el tráfico de indocumentados, que incluye ofertas de trabajo en condiciones, prácticamente, de esclavitud.
“Esta mafia la integran ciudadanos estadounidenses, algunos de ascendencia mexicana, pero dirigida por anglosajones. El negocio empieza en Estados Unidos cuando una persona quiere llevar a su familiar y contacta a esta empresa”, se destaca.
Se divide el trabajo: los anglos cobran, administran y cruzan en cajuelas de vehículos a los indocumentados. Los latinos o mexicanos contactan a los “polleros” en centrales de autobuses y se dedican a trasladar a las personas desde diversas regiones de México a la frontera.
