EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Una reacción tardía manifestó un chofer del Frente Obrero Campesino Estudiantil y Popular (Focep) cuando la autoridad se disponía a confiscar dos taxis “piratas”. Altanero y retador al principio, el taxista prefirió “retirarse” al conocer sobre el arribo de equipos antimotines.
Gilberto Estrada Quiñones, comandante regional de la Policía Ministerial, informó sobre el percance registrado en el cruce del bulevar Sánchez Maradiaga y la avenida Mina, en el norte de la ciudad.
“El taxista trataba de oponerse al aseguramiento de dos vehículos irregulares, pero se logró un diálogo y todo siguió su cauce normal”, dijo el jefe policíaco.
Personal de la Dirección General de Transporte, de la Dirección de Tránsito y Vialidad, de la Policía Preventiva, el Grupo Operativo de Reacción Inmediata y la propia Policía Ministerial, formaban la caravana que interceptó a los vehículos “piratas”.
Identificado como un “achichincle” del líder transportista, Tomás Zárate, el defensor de los autos ilegales de su organización, intentó aplicar la vieja práctica intimidatoria para evitar el aseguramiento. La reforzada presencia policíaca lo obligó a “reflexionar” y decidió retirase junto con 20 vehículos que iban a “apoyarlo”.
Estrada Quiñones comentó sobre el caso, que entiende la situación de los taxistas irregulares, pero aclara que el operativo obedece a un mandato y que en todo caso, los choferes afectados deberían pedir cuentas a sus líderes.
