WASHINGTON (AP).- La "coalición de los dispuestos" del presidente George W. Bush, formada por más de 30 países que contribuyen con fuerzas en Irak, parece estar perdiendo repentinamente parte de su voluntad.
Primero fue España la que dijo que se retiraba, luego Polonia amenazó con dejar Irak antes de lo previsto, y el viernes el ministro de Defensa de Corea del Sur anunció que no enviará sus soldados a Irak como habían requerido los comandantes estadounidenses. Indicó, sin embargo, que podría emplazarlos en cualquier otro sitio del país de Medio Oriente.
Probablemente la coalición no se está desmoronando, pero tampoco está consiguiendo la atracción política que el Pentágono había deseado.
El viernes, el consejero de Seguridad Nacional del presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski, dijo que el líder polaco le manifestó a Bush que la tropa de su país permanecerá en Irak "todo el tiempo que sea necesario, y un día más".
Esas declaraciones tienen lugar un día después que Kwasniewski expresó que la tropa polaca podría abandonar Irak meses antes de lo planeado y que Polonia había sido engañada sobre las supuestas armas de destrucción masiva iraquíes.
Kwasniewski prometió mantener las fuerzas en Irak en una llamada telefónica realizada por Bush por el aniversario de la invasión liderada por Estados Unidos en Irak, expresó su consejero, Marek Siwiec, a la prensa.
Un elemento clave de la estrategia estadounidense para Irak es brindarle un rostro internacional a la fuerza militar que no sólo ayuda a reconstruir el país sino que también intenta terminar con la insurgencia.
La estrategia apunta a contrarrestar las acusaciones de que el gobierno de Bush tomó acciones unilaterales al atacar Irak, y que no ha conseguido el suficiente apoyo aliado para la posguerra.
Es posible, obviamente, que las condiciones de seguridad en Irak mejoren tanto en lo que resta de este año que se requiera una fuerza militar mucho más pequeña que la actual, de unos 140 mil hombres. En ese caso, Estados Unidos no necesitaría la ayuda de soldados aliados adicionales.
Pero si la insurgencia persiste o empeora, cualquier pérdida de soldados de la coalición _como la sugerida por España, Polonia, y posiblemente Corea del Sur_ debería ser contrarrestada con un mayor emplazamiento de fuerzas estadounidenses.
El general Peter Pace, de la infantería de marina y vicepresidente del estado mayor conjunto, dijo el jueves en una entrevista con la AP que actualmente hay 115 mil soldados estadounidenses en Irak, más otros 24.000 de la coalición. Casi la mitad de la tropa de la coalición es de Gran Bretaña.