EL SIGLO DE TORREÓN /AGENCIAS
WASHINGTON, EU.- El Gobierno de EU insistió ayer en que no se dejará intimidar por la sangrienta matanza de cuatro guardias de seguridad norteamericanos en Fallujah, el pasado miércoles, que ha causado un fuerte impacto en el país.
El presidente de EU, George W. Bush, ha visto las imágenes de la matanza pero no ha cambiado de opinión acerca de que es necesario continuar en Irak, dijo ayer el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.
“No vamos a dejarnos intimidar. Vamos a mantener el rumbo y a concluir el trabajo”, añadió.
Por su parte, el administrador civil de Irak, el estadounidense Paul Bremer, advirtió ayer desde Bagdad de que lo sucedido en Fallujah “no quedará sin castigo”.
En un mensaje en una ceremonia de graduación de cadetes de policía en Bagdad, Paul Bremer dijo que “los hechos de ayer en Fallujah son un ejemplo dramático de la puja entre la dignidad humana y la barbarie”.
Los cuatro estadounidenses asesinados eran civiles que trabajaban para una compañía privada de seguridad del estado de Carolina del Norte.
Según uno de sus responsables, los cuatro guardaespaldas se ocupaban de “ofrecer protección a los convoyes que reparten comida a diferentes compañías en el área de Fallujah”.
La violencia de los incidentes del miércoles en Fallujah, en los que una muchedumbre mutiló y colgó de un puente dos de los cadáveres calcinados de los cuatro guardias de seguridad estadounidenses, ha sido muy destacada en los medios de comunicación de este país.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, dijo ayer que Estados Unidos no huirá de Irak a pesar del asesinato y mutilación de los civiles:
“No nos retiraremos, no nos obligarán a huir”, dijo Powell en una entrevista a la televisión alemana. El abuso de los cadáveres trajo a la memoria lo sucedido en Somalia en 1993, cuando un soldado estadounidense fue asesinado y arrastrado por las calles de Mogadisco. Las imágenes provocaron la indignación entre el pueblo estadounidense y eventualmente el gobierno retiró en 1994 las tropas que tenía desplegadas en el país africano.
Sin embargo, Powell fue categórico al decir que “Estados Unidos tiene la capacidad de quedarse en un país, combatir a un enemigo y derrotarlo”, dijo. “Hubiéramos deseado que ningún civil ni soldado hubieran muerto en este conflicto. También sabemos que para lograr esta noble intención, cuesta la vida de personas”.
Dijo que creía que los estadounidenses continuarán apoyando la lucha contra el terrorismo.
