EL PAÍS
PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ.- La crisis haitiana forzó el exilio del ex presidente Jean Bertrand Aristide, el 29 de febrero, pero los machetazos exhibidos por las cadenas de televisión durante su desarrollo aún ocupan la retina de turistas, fundamentalmente norteamericanos, interesados en la vecina República Dominicana.
Las agencias de viajes les reiteran que este país, ocupado por los haitianos entre los años 1822 y 1844, es un destino seguro. El nuevo Gobierno de Puerto Príncipe heredó un caos generalizado y su prioridad es la de siempre: créditos y asistencia contra la miseria. “Rien a changé” resumía un periodista que ayer regresó de la ex colonia francesa, primera república negra de América.
Los índices sociales cambiaron hace años, pero a peor. El promedio de vida cayó de 55 a 52 años, según Naciones Unidas y cerca de dos millones de sus nacionales son braceros en República Dominicana o EU.
Salió Aristide, su Administración fue barrida y quedan las seculares lacras de una nación incapaz de progresar: sólo 110 mil haitianos, de un total de ocho millones, disfrutan de un empleo formal. “El envío de tropas no es suficiente porque la raíz del problema es la pobreza y el paro”, subrayó el presidente interino, Gerard Latortue, durante una petitoria gira oficial por EU, Bruselas y Francia.
El plan de reconstrucción de Haití obliga a unas inversiones anuales de 200 millones, inexistentes en su tesorería. Cerca de dos mil soldados norteamericanos y mil 500 franceses, canadienses o chilenos patrullan Haití para evitar que retomen las armas, o arrebatárselas, las hordas civiles de Aristide o las milicias que le combatieron, de lealtad cambiante.
Además, tres mil presos huyeron de las cárceles durante la rebelión de febrero. “Sabemos que Aristide distribuyó más de 15 mil armas en los meses previos a su partida”, dijo Latortue, designado gobernante por un consejo de sabios.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la semana pasada el envío de seis mil 700 soldados y mil 622 policías, a partir de junio, cuya misión será consolidar la pacificación y ayudar al desarrollo nacional.
Dilapidación de recursos
Escarmentada por la histórica dilapidación de los recursos, la comunidad internacionalidad duda sobre el grado de desbloqueo de fondos reclamado por Puerto Príncipe para intentar el crecimiento económico y la vertebración institucional.
La Comisión Europea, que en el año 2001 suspendió su ayuda a Haití en protesta por la conculcación de las libertades, liberó 1.8 millones de euros en marzo para el suministro de alimentos y medicinas y anunció el miércoles la entrega de otros 5.4 millones de euros en ayuda humanitaria de urgencia: tres de los ocho millones de haitianos viven de la caridad internacional.
Al tiempo, prosigue el cerco de los salvajes chimeres, creados por Aristide. Annette Auguste, conocida como hermana Anne, que los coordinó, fue arrestada hace pocos días. Todo son problemas, entre ellos el bandolerismo, los secuestros y los asesinatos.
Fuerzas uruguayas
El Gobierno uruguayo envió ayer al Parlamento un proyecto de Ley para que 540 militares participen a partir de junio de la Fuerza Multilateral de Paz de la Naciones Unidas en Haití, según publica la prensa.
En declaraciones al semanario “Búsqueda”, el ministro de Defensa de Uruguay, Yamandú Fau, aseguró que la ONU aceptó un planteamiento uruguayo de participar como fuerza independiente y no formar parte de misiones de paz en conjunto con el resto de los países del Mercosur (Argentina, Brasil y Paraguay), Chile y Bolivia.
Los militares uruguayos deberán disuadir a los grupos armados de generar violencia, tendrán que asistir a la policía internacional en caso de violencia organizada y combatir el creciente tráfico de drogas en el país caribeño.
Sus tareas comenzarán en junio y se prevé que duren un mínimo de nueve meses.
Con la llegada de las tropas sudamericanas, la ONU podrá reemplazar a los efectivos de Estados Unidos y Francia que se hicieron cargo del control de la violencia en Haití desde los días previos a la caída del ex presidente Jean Bertrand Aristide, el pasado febrero.
Uruguay tiene desplegados dos mil 131 efectivos militares en misiones de paz de la ONU en Chipre, Congo, Etiopía, Georgia, Sahara Occidental, Sierra Leona, Sinaí y Timor Oriental.
ACOGERÁ SUDÁFRICA A ARISTIDE
El Gobierno de Sudáfrica anunció ayer que acogerá al derrocado presidente de Haití, Jean Bertrand Aristide, a la vez que condenó, implícitamente, a EU y Francia por haberle obligado a abandonar su país.
“Apoyamos el llamamiento para una investigación de las circunstancias que rodeaban la separación del señor Aristide de su cargo y estamos comprometidos con la construcción de un consenso internacional en contra de los cambios unilaterales de régimen”, leyó el comunicado oficial.
El Gobierno sudafricano también informó que, en un consejo de ministros ayer en Pretoria, había aceptado asumir la responsabilidad financiera para mantener a Aristide y proporcionarle una residencia, que, según adelantó en su edición de ayer el diario sudafricano “This Day”, será en Pretoria.
“This Day” afirmó asimismo que Aristide llegará la semana próxima, con su esposa, sus dos hijas pequeñas y dos guardaespaldas.
El comunicado oficial señaló que se trata de “un arreglo temporal, hasta que la situación en Haití se haya estabilizado de modo que sea posible que él y su familia vuelvan”.
La ministra sudafricana de Exteriores, Nkosazana Dlamini-Zuma, ya informó el lunes que había recibido una solicitud al respecto -transmitida a través del Caricom y la Unión Africa- formulada por su homólogo Keith Desmond de Jamaica, país donde Aristide está actualmente exiliado.
Dlamini-Zuma agregó que iba a plantear en la próxima reunión de su gabinete la cuestión de permitir que Aristide haga “una visita” a Sudáfrica.
El comunicado oficial de ayer señaló que al acceder a “la solicitud de Caricom, Sudáfrica espera contribuir a los esfuerzos internacionales para llevar la estabilidad a Haití”.
“Sudáfica tiene la responsabilidad, como país africano y como parte de la comunidad internacional, de asegurar que la democracia y la paz prevalezcan en Haití y que el pueblo de este país pueda elegir democráticamente a sus líderes”, argumentó, al explicar su acogida a Aristide.
Si Aristide de hecho llega a Sudáfrica, previsiblemente prolongará su estancia hasta mediados de 2005, después de la celebración de elecciones en Haití.
