El pequeño es atendido en la Cruz Roja, en donde ya lo llaman ?Ángel de Jesús?
Por Luis Alberto Morales Cortés
EL SIGLO DE TORREÓN
Gómez Palacio, Dgo.- Un ?Ángel cayó del cielo?. Envuelto con una cobija blanca y todavía con el cordón umbilical, fue encontrado a las 4:00 horas un bebé de seis u ocho horas de nacido, en una canastilla para la basura, frente a una casa de la colonia Parque Hundido. El recién nacido se encuentra con buena salud y en observación en la Cruz Roja local.
Junto a una bolsa negra de basura, dentro del canasto metálico, en la banqueta de la finca marcada con el número 249 de la calle Venados, casi esquina con Nogales, el llanto de un bebé llamó la atención de Olivia, la mujer de la casa.
Por su embarazo que está por concluir, Olivia no conciliaba el sueño cuando escuchó los gemidos; despertó a su esposo, Gerardo Dévora Méndez y le pidió que revisara en la calle el origen de los lamentos.
Con una temperatura ambiente entre 15 y 20 grados centígrados, la humedad propia de una lluvia ligera y el viento fresco de la madrugada, Gerardo, empleado en Torreón, salió de su casa y se dirigió a donde normalmente coloca la basura para protegerla de los perros y gatos.
Asombrado por el hallazgo, el hombre fue con su vecino Juan Martínez y su esposa Sofía. Los dos se acercaron a la canastilla y se preocuparon, caminaron por la calle inútilmente tratando de encontrar a la persona que abandonó al bebé sin resultados positivos.
El encuentro
?Nos dio tristeza ver a la criatura en la basura, no sabía uno si sacarlo, hacía frío?, dijo Sofía Alvarado, vecina del 255 de la misma calle y agregó: ?cuando vimos que estaba fresco, le pusimos una cobija en el canasto?.
Sin retirarlo de la canastilla, optaron por hablar a la Policía Preventiva. Agentes de la unidad F-200 atendieron el llamado y se trasladaron al lugar. Uno de los oficiales tomó al recién nacido en sus brazos, le colocó un chupón que estaba cerca del niño y lo cubrió con otra cobija que entregaron los vecinos, para llevarlo a la Cruz Roja.
Sofía comentó que el bebé traía un pañal. ?Hasta le dejaron un chupón, no tenía mamila, no tenía pulsera en la mano, bueno, en la que le alcanzamos a ver, porque ya tenía una de fuera?.
La mujer no sabía el sexo de la criatura: ?Ya no nos quisimos acercar mucho, el policía lo más que hizo fue cobijarlo porque ya estaba frió, por todo el tiempo que estuvo ahí?, dijo la vecina mientras señalaba la canasta de basura que sólo tenía una bolsa negra con poca agua de lluvia.
Como parte de la rutina, el otro agente cuestionó a los vecinos sobre algún indicio que permitiera ubicar la procedencia del bebé, con preguntas obligadas sobre mujeres que estuvieran próximas a dar a luz y que vivieran o transitaran por la colonia, que colinda con el fraccionamiento Santa Teresa y el ejido 20 de Noviembre.
Llega al hospital
Al arribar a la Cruz Roja, el personal médico se impactó con la noticia y de inmediato hicieron lo necesario para conocer la salud del bebé abandonado. ?Ángel de Jesús? fue el nombre que decidieron en la benemérita institución, donde también se organizaron para conseguirle los artículos de un recién nacido.
Enredado con una cobija a cuadros verde con amarillo, colocado sobre un cobertor de éste último color, en una canastilla de hospital y reconfortado con la luz de una lámpara que alumbraba la pared, reposaba el pequeño ?Ángel de Jesús?.
Con su cabecita repleta de cabello negro, alborotado, los párpados hinchados y rojizos, la nariz chata y limpia, el labio superior grueso, y muy tranquilo, permanecía el recién nacido que ya había sido vacunado y a su lado estaba la cartilla respectiva.
Sólo un biberón de cuatro onzas con leche tibia y alguna ropa estaban junto al cuerpecito del niño que según el diagnóstico de los médicos de la Cruz Roja goza de buena salud y que al terminar el período de observación, quedará a disposición del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
Se aferra a la vida
?Ángel de Jesús? se aferró a la vida. El bebé que fue abandonado a las pocas horas de nacido en una canastilla para la basura, goza de cabal salud. Isabel Martínez Delgadillo, doctora de guardia en la Cruz Roja, informó que el niño pesó 3.5 kilogramos y midió 56 centímetros.
La doctora revisó al recién nacido y no dudó en asegurar que fue atendido por una partera, fuera de una institución de salud. Todos los signos vitales del menor se encontraban dentro de norma y de inmediato se gestionó la aplicación de sus vacunas.
Contra la tuberculosis y la poliomielitis (BCG) y la Sabin, fueron las vacunas que recibió ?Ángel de Jesús?, y quedaron asentadas en su Cartilla Nacional de Vacunación. Entre el personal médico de la Cruz Roja, principalmente el femenino, todas se desvivían por cargar, acariciar y atender al menor.
Envuelto en una cobija y reconfortado con calor artificial mediante una lámpara, el pequeño descansaba muy tranquilo. A las 10:30 horas, la doctora Martínez confirmó su estado de salud, sólo esperaban que evacuara.
Por las circunstancias en que ?Ángel de Jesús? llegó a la vida, el personal de la Cruz Roja buscó los elementos necesarios para la crianza de un recién nacido, haciendo extensiva la invitación a la comunidad en general, para donar artículos básicos para la atención del bebé.
dejan a menor indígena en la calle
Carmelita Bahía Montes tiene siete años y tuvo la fortuna de encontrarse con una buena mujer. La niña indígena, originaria de Morogachi, Chihuahua, en la Sierra Tarahumara, fue abandonada la noche del jueves 19 de agosto en Ciudad Lerdo. La niña no quiere regresar con su familia, su tía se presentó ante las autoridades de la Subprocuraduría de Justicia.
La agente del Ministerio Público, Cony Moreno Bocanegra, informó que la menor fue presentada por Perla Adriana Muro Martínez, vecina de Valle Campestre a las 14:00 horas del viernes 20, por instrucción del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Ciudad Lerdo. La ya se había bañado en casa de su anfitriona y usaba ropa distinta a la tradicional en su región.
Con dificultad y timidez para hablar, la niña dijo que su tía, a quien llama mamá, la dejó en la Plaza de Toros para pedir limosna, que ya no iba a recoger, pero Carmelita no se preocupó y con el dinero que juntó se fue a pasear a los jueguitos y comer golosinas. En la noche, Perla Adriana la ubicó en la plaza principal y le dio cobijo.
Ahora entre la Procuraduría de la Familia y Defensa del Menor y la agencia del Ministerio Público, analizan la situación legal de la menor, la posible sanción que merece la persona que la abandonó, y está pendiente investigar si la familia reportó la ?desaparición?, como una muestra de interés por encontrar a la niña.