AGENCIAS
BAGDAD, IRAK.- La policía iraquí encontró ayer un cadáver decapitado en el río Tigris cerca de Mosul, en el norte del país, que cree que sería uno de los dos conductores búlgaros que habían sido secuestrados por insurgentes y a quienes sus captores habían amenazado con asesinar si Bulgaria no retiraba sus tropas de Irak.
El general de división Salim al Haj Esa, el jefe de seguridad de la provincia de Nínive, declaró ayer que el cuerpo, vestido con un overol naranja y las manos atadas, sería entregado al Ministerio del Interior de Irak, en Bagdad.
Fuentes diplomáticas dijeron que el cadáver habría sido hallado por fuerzas estadounidense y las autoridades le hacían exámenes de ADN.
Los rehenes frecuentemente son fotografiados vestidos con overoles naranjas. A comienzos de semana, el canal de lengua árabe Al Jazeera informó que uno de los dos camioneros búlgaros había sido ejecutado, pero luego un jefe policial de Mosul dijo que tenía información de que ambos estaban vivos.
Los secuestradores han exigido también la liberación de todas las mujeres detenidas en prisiones de Irak.
El primer ministro interino iraquí Ayad Allawi dijo que “aniquilaría” a los insurgentes, en tanto el Gobierno búlgaro afirmó que no cedería a las demandas de los insurgentes.
Bulgaria, uno de los nuevos miembros de la OTAN, ha desplegado 470 soldados en Karbala, en la región central de Irak.
“Bulgaria debe continuar apoyando Irak y su reconstrucción, estabilización y desarrollo democrático”, dijo un comunicado conjunto del presidente búlgaro Georgi Parvanov, del primer ministro Simeon Saxe-Coburg y el parlamento.