Tegucigalpa, (EFE).- Una cabeza, supuestamente de una mujer, fue encontrada en el interior de un autobús en la ciudad de Choluteca, en el sur de Honduras, informó la Policía.
Una fuente policial en Tegucigalpa dijo a EFE que la cabeza, sin cabellera, fue encontrada y muestra un avanzado estado de descomposición.
Añadió que por las características, la víctima podría ser del sexo femenino, y que el crimen pudo haber sido cometido hace unos tres o cuatro días.
El informe de la Policía de Choluteca indica que se desconoce la identidad de la víctima y que el resto de su cuerpo no ha sido encontrado.
La cabeza fue hallada en una bolsa de plástico en la que se leía impreso "República de El Salvador", cuando un ayudante del autobús limpiaba el interior del transporte colectivo.
Las autoridades presumen que el hecho pudo haber sido ejecutado por pandilleros que operan en Choluteca, donde en el último año han sido decapitadas otras dos personas.
El pasado 6 de septiembre la Policía de Honduras informó del hallazgo de otra cabeza de un hombre, posiblemente un taxista, en la colonia San Francisco, en el extremo suroeste de Tegucigalpa.
La Policía también presume que pandilleros pudieron haber cometido el crimen, ya que se han registrado alrededor de 15 decapitaciones entre agosto de 2003 y lo que va de 2004, en su mayoría en el norte del país, atribuidas a pandillas armadas.
En agosto pasado el Parlamento de Honduras aprobó una reforma al nuevo Código Procesal Penal, que castiga con penas de nueve a doce años de cárcel a los jefes de pandillas, reducida en un tercio a los que solamente son miembros.
En la mayoría de casos de personas decapitadas, sus ejecutores han dejado mensajes ofensivos contra el presidente hondureño, Ricardo Maduro, por la campaña de combate a las "maras" o pandillas que inició desde que asumió el poder, en 2002.
Desde que entró en vigor la reforma legal han sido detenidos unos mil 500 jefes de pandillas, según el ministro de Seguridad, Oscar Álvarez, quien se desplaza con más seguridad que Maduro, por temor a que lo ejecuten.
El Gobierno asegura que a raíz de la persecución contra las pandillas se ha reducido en un 60 por ciento su accionar, aunque la violencia y delincuencia común no cesa.
A diario la prensa local informa de asaltos, robos a mano armada y asesinatos macabros entre otros delitos.
Es el caso de Juan Bautista Castillo, un anciano de 74 años, que fue asesinado el pasado sábado de un disparo en la cabeza luego de ser interceptado por cuatro desconocidos que le robaron una cantidad insignificante (50 lempiras, 2.7 dólares) en una colonia marginal de Tegucigalpa, informó la Policía.
Castillo, quien fue asaltado cuando se dirigía a comprar leche cerca a un populoso mercado, les suplicó a los delincuentes que no lo mataran, pero uno de ellos le disparó en la cabeza a sangre fría, añade el informe policial.