Santiago de Chile, (EFE).- Siete momias de la cultura "Chinchorro", de unos 3.800 años, fueron mostradas por antropólogos de la Universidad chilena de Tarapacá tras haber sido encontradas durante la demolición de una vivienda en la norteña ciudad de Arica.
Según publica la prensa local, la antropóloga Vivian Standen explicó que los siete cuerpos, dos de ellos de niños, fueron encontrados a poca profundidad debajo de una losa de cemento de una casa que fue demolida para la construcción de un hotel.
Los restos, a diferencia de otros de la misma cultura, no fueron trabajados artificialmente para preservarlos, sino que se momificaron de forma natural y tienen máscaras mortuorias propias del pueblo "Chinchorro".
Los "Chinchorro" poblaron la zona, a unos 2.000 kilómetros al norte de Santiago, desde hace unos 10.000 años y se presume que se extinguieron o emigraron en los primeros siglos de la era cristiana.
"Son cuerpos naturales, por lo que no exhiben momificación artificial. Están agrupados y en esteras de fibra vegetal", dijo Vivian Standen.
Recordó que los estudios sobre este pueblo de pescadores y recolectores muestran que rendían culto a los muertos, que incluía la momificación de los cadáveres, incluso de los fetos.
La momificación consistía básicamente en la extracción de todos los órganos internos, incluido el cerebro y sólo quedaban la piel y los huesos, que eran rellenados con maderas, cuerdas y arcilla.
Desde hace 20 años, se han encontrado en Arica, especialmente en el sector del Morro, unas 80 momias de la cultura "Chinchorro", algunas de unos 7.000 años o más, que las convierten en las más antiguas encontradas en el mundo.
La más antigua data del año 5.050 A.C. y corresponde a un niño encontrado en el Valle de Camarones, cerca de Arica.
Según los estudios científicos, la momificación de los chinchorro evolucionó durante unos 3.500 años, a través de estilos caracterizados por el uso de diversos colores en las máscaras mortuorias, hasta que la práctica desapareció en algún momento del siglo I A.C.
Vivian Standen indicó que el culto a los muertos llegó a ser la principal actividad de este pueblo y constituyó una vía de expresión de sus creencias, de tal manera que los ritos podían durar semanas y hasta años tras la muerte de algún miembros de la comunidad.
A pesar de estos ritos, la cultura "Chinchorro" era simple y sedentaria, y existen rastros de chozas construidas cerca de los cementerios. Todos sus miembros fueron momificados, incluso los fetos, lo que revela gran respeto por sus muertos.
