Mintiendo para hacer creer a las autoridades que su esposo fue asesinado, María Claudia Débora Díaz dio una versión distinta de los hechos, cuando ella, harta del continuo maltrato de que era víctima por parte de su pareja, decidió asfixiarlo cubriéndole la cabeza con una bolsa de plástico hasta matarlo.
Después de casi 30 años de vivir en unión libre con Agustín Cárdenas Vázquez, de 77 años de edad, la presunta homicida no quiso seguir aguantando tal situación, a pesar de que durante el tiempo que duró la relación procrearon ocho hijos, dos de ellos menores de edad de ocho y 15 años, viviendo este último con la pareja.
El lamentable suceso tuvo lugar el miércoles pasado en el interior de la vivienda ubicada en calle Pistilo No. 122 de la colonia Luz y Esperanza, cuando la mujer, de 44 años de edad, habló a los teléfonos de emergencia para notificar que habían matado a su esposo, acudiendo al lugar elementos de Seguridad Pública y paramédicos de la Cruz Roja y posteriormente elementos de la Ministerial.
El cuerpo del septuagenario, aún en el piso de la vivienda, fue levantado por el Servicio Médico Forense para certificar mediante la necropsia las causas del deceso; por tal situación decidieron interrogar a María para saber más detalles del caso.
Según lo asentó el agente del Ministerio Público de turno, la mujer al narrar los acontecimientos empezó a caer en contradicciones que hicieron dudar al funcionario sobre la veracidad de los hechos hasta que terminó por aceptar su culpa, señalando que ella misma, sin ayuda de nadie, asfixió a su amasio debido al maltrato que le daba desde hace ya seis meses a la fecha.
?Me cuereaba mucho, y no aguantaba, pero ahora me dio mucho coraje que me pegara en la cara con el bordón, pues me salió sangre de la nariz, pero luego me arrepentí... tuve miedo, por eso inventé que unos sujetos entraron y lo mataron, pero me cacharon en la mentira y ni modo. Ahora, ¿qué van a decir mis hijos??, se cuestionó a sí misma.
Una vez que María Claudia Débora Díaz confesó el delito, será puesta hoy a disposición del Juez Penal por homicidio calificado, por el que purgará una larga condena en el Centro de Readaptación Social No. 1.
