Mediante la declaración de un familiar de Diana Graciela López Chávez, joven mesera quien fuera asesinada en el interior del hotel El Oasis, fue posible saber con mayor precisión la media filiación del presunto asesino, que además se hospedaba en el mismo lugar donde ocurrió el hecho, lo que incrementa las probabilidades de dar con su paradero.
Hay dos retratos hablados del presunto homicida, comentó el agente del Ministerio Público, sergio Rocha.
El jueves 14 de octubre por la tarde acudió a las oficinas de la Dirección de Averiguaciones Previas Brenda López Chávez, de 27 años, para rendir su declaración y aportar información con respecto a las últimas horas de vida de su hermana, ya que alcanzó a reconocer al sujeto que la acompañaba rumbo al hotel.
Según lo dicho por Brenda, ella trabaja en conocida lonchería ubicada por el bulevar Dolores del Río y al mediodía llegó una persona del sexo masculino y de inmediato pidió cerveza. Horas después, alrededor de las 15:00 horas, llegó su hermana y empezaron a platicar. En ese momento el tipo le solicitó a Brenda que lo acompañara a beber, pero se negó.
Al hacerle la misma propuesta a Diana ésta aceptó y se dispuso a hacerle compañía, pero al cabo de algunos minutos el sujeto la invitó a ir al hotel en que se hospedaba, señalándole que estaba por calle Zarco. Luego se despidió y no supo más hasta que fue notificada por su familia sobre la muerte de su hermana.
Conforme a lo poco que pudo apreciar, la declarante indicó que no era muy alto, era de tez morena y usaba una cachucha de color negro sin adorno, delgado, rasgos afilados y con escaso bigote.
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EXPEDIENTE
Marcan coincidencias
Sergio Rocha, agente del Ministerio Público de la Mesa No. 20, comentó que existen dos retratos hablados del presunto homicida y coinciden en ciertas características, pero será mediante la identificación de los testigos que se llegue a la identificación plena y se proceda a su difusión.
Dentro de lo relevante que pudo señalarse en el expediente, es que antes de llegar al hotel pasaron a comprar cerveza a un centro comercial, además de un rollo de cinta canela y pudiera ser que las dependientas se dieran cuenta de las características físicas del acompañante de Diana.
Otro dato que pudiera realizar un perfil psicológico del asesino es que con la cinta canela sujetó la mano derecha de la víctima a la cama, al parecer para inmovilizarla mientras la estrangulaba.