San Antonio, (Notimex).- La estatua de Jesucristo crucificado encontrada flotando en las aguas del Río Bravo, sigue atrayendo a cientos de devotos al almacén de objetos perdidos de la policía de Eagle Pass, Texas, al considerar la efigie como milagrosa.
La estatua, que ha comenzado a ser conocida como "El Cristo de los Inmigrantes", o "El Cristo Flotante", es visitada a diario por unas 50 personas, lo que ha convertido a la pequeña bodega de la policía de Eagle Pass en casi una capilla.
"Algunos vienen a orar y otros vienen y sólo lo tocan," dijo Daniel Morales, teniente de la policía de Eagle Pass.
Los visitantes, en su mayoría mujeres, ha sido permanente de forma que el Departamento de policía ha autorizado su ingreso al lugar por las noches y los fines de semana.
La figura de 1.5 metros carente de cruz, fue sacada de las aguas del río a finales de agosto pasado por agentes de la Patrulla Fronteriza.
Desde entonces el misterio de su aparición no ha sido resuelto y ha dado pie a una serie de cuestionamientos cuya falta de respuesta alimentan la fe de los creyentes. Nadie sabe aún de donde provino la estatua, ni porque estaba en el río, o porque le falta la cruz.
Entre los devotos se cree fervientemente que su aparición es un signo milagroso o una bendición para los inmigrantes indocumentados que arriesgan sus vidas para cruzar las peligrosas aguas del río a fin de ingresar a Estados Unidos.
"Es como cuando Moisés fue encontrado en el río. Es una bendición tremenda para toda la comunidad", dijo Carlos de la Pena, un católico que forma parte de las numerosas personas, templos y grupos religiosos que se han ofrecido a albergar la estatua.
La estatua esta hecha de fibra de vidrio ligera. La pieza flotó en las aguas del río porque esta hueca y no esta perforada.
Cuando fue rescatada, las únicas marcas inusuales que tenía eran unas ligeras manchas dejadas por las aguas del río, lo que sugiere que no había flotado por mucho tiempo.
Presbíteros del sur de Texas que han sido consultados desconocen el origen de la estatua y aún con la publicidad que se le ha dado no ha surgido nadie que conozca algo de ella.
La Iglesia católica no se ha opuesto a su culto, aunque advierte que esta no tiene nada de extraordinario o peligroso.
David García, rector de la Catedral de San Fernando en San Antonio explicó que la estatua ayuda a la fe de los feligreses. "Los hace más espirituales, más religiosos", indicó.
"Esto no es idolatría; es una ocurrencia inusual que tiene el símbolo de la religión y de la fe", explicó.
"La imagen de Jesús en la cruz es una imagen importante para los católicos y los hispanos y para los católicos mexicanos aún más, por lo que desean estar cerca, ser parte, tocarla", señalo el religioso.
El Departamento de policía de Eagle Pass deberá decidir pronto el lugar a donde enviar la estatua al no ser reclamada por nadie.
Las tres parroquias católicas de esa comunidad y otras congregaciones religiosas se han ofrecido a albergarla en sus templos.