Hayden Christensen se especializa en personajes atormentados y de dudosa moral.
El País
Madrid, España.- A los 19 años consiguió ser Darth Vader. A los 23, odia los efectos especiales. Parece un niño bueno, pero Hayden Christensen es experto en tipos atormentados. Su último papel, un periodista mentiroso. Su mayor vicio, los calcetines limpios.
¿Qué pasa si tomas a un joven de 23 años, tímido y deportista, mono pero nada popular en su instituto y lo pones delante de una cámara en un estudio? Se corta. ¿Qué pasa si ese joven es una estrella de Hollywood gracias a un solo papel? Pues lo mismo.
“Es que nunca me he entendido con la foto fija”, se justifica el sujeto. El fotógrafo le incita. “Tienes que estar serio, pero no triste”. El chico sonríe: “Exactamente lo mismo que me dice George Lucas”. Y, sí, claro, se trata de Hayden Christensen, el desconocido actor canadiense (nacido en Vancouver, criado en Toronto) que superó a otros 400 aspirantes al trono de Darth Vader. Pero eso ocurrió hace cuatro años y ahora, con los dos episodios últimos de la trilogía filmados, Hayden huye del mito galáctico.
“Es difícil trabajar en Star Wars. La historia está ahí, pero la película es principalmente visual, tu importancia y la de tu interpretación es relativa. A mí me gusta trabajar con personas y no sólo con máquinas”.
Paradojas del gusto humano, Hayden se muestra crítico con películas como la que le ha dado la fama. No le gustan los taquillazos, dice. “Se está creando un nuevo género”, explica sentado en un rincón del estudio. “En los últimos años, todo se basa en hacer algún movimiento raro con la cámara y en explosiones. Todo son efectos especiales. Y eso no lo entiendo”.
Debe de ser curioso para George Lucas ver cómo los actores se pegan por participar en sus filmes y después se quejan sin parar de tener que trabajar frente a una pantalla azul. Ewan McGregor se ha permitido varias declaraciones en este sentido, Hayden además, ha pasado a la acción. Para “refrescarse”, se enroló en 2002 en una obra de teatro en Londres (This is our Youth, junto a Anna Paquin y Jake Gyllenhaal) y en una película que huye de ejercicios estéticos, recién estrenada en España.
La cinta se titula El Precio de la Verdad, la dirige el debutante Billy Ray y es una interesante y fiel recreación de las mentiras de Stephen Glass, un periodista que publicó más de 20 reportajes inventados en la revista estadounidense The New Republic. “No elijo los papeles para combatir la opinión que el público tiene sobre mí. No navego por mi carrera en función de lo que la gente vaya a pensar. Sólo hago lo que quiero hacer. Obviamente, lo que me apetece está condicionado por lo que acabe de hacer, como en cualquier trabajo”.
Hayden habla despacio y suave. Su presencia impone más de lo que las fotos sugieren. Mide 1.85 metros y su cacareada timidez es, cuanto menos, relativa. Aun así hay momentos en que el punto infantil subyace. Cuando habla de su madre. Pedazo anticlímax.
La cuestión es que el actor está muy apegado a su familia y no deja pasar ocasión para remarcarlo. “Somos una familia muy unida y eso me ayuda a recordar quién soy. No puedo esperar a tener la mía propia. En serio, me muero de ganas de tener un montón de niños. Soy un hombre casero. Viajo mucho, pero quiero una casa fija, con una familia que me espere allí”.
A Christensen no le gustan las multitudes ni parece una persona extremadamente social. En realidad, el lado oscuro de la fuerza es de lo más clarito en la vida real. Le gusta el orden, la rutina y la ropa interior, ¿cierto? “Bueno, sólo soy un “freak” de los calcetines. Me gustan nuevos, limpios y la sensación que tengo cuando me los pongo”.
A pesar de toda esa pureza, Christensen es reclamado para personajes de moral más que dudosa. Aunque actúa desde los 12 años, fue su papel de un drogadicto que sufría abusos de su madrastra en una serie canadiense el que le hizo popular. Luego, dejando de lado breves apariciones en películas como Las Vírgenes Suicidas y algún telefilme, vino el mal hecho carne con Darth Vader, otro toxicómano en La Casa de mi Vida, un camello en la citada obra de teatro y, ahora, un mentiroso compulsivo disfrazado de corderito. Y es que ése es el efecto principal que produce este antiguo jugador de hockey y tenis de competición: fachada inocente y un algo turbio agazapado tras ese iris de azul imposible. Que no es tan lelo, vamos.
De momento, inició una productora con su hermano mayor. Tiene casa en Londres, Los Ángeles y Toronto y ha aprendido a reservarse, pero no enjaularse. “Al principio, todo fue muy chocante. No podía ir a un centro comercial y sospechaba de todo el que se acercaba a mí. Pero ahora tengo una perspectiva distinta, soy capaz de discriminar. Supongo que de eso va hacerse mayor y crecer”.
Las entrevistas a Christensen están repletas de declaraciones contradictorias: ahora soy un fan de La Guerra de las Galaxias; ahora me gustan las películas de los años setenta. Ahora quiero estudiar literatura; ahora, diseño de interiores. Lo único claro es que el canadiense no se cierra a nada: “Trato de encontrar nuevas cosas que me interesen. Por ejemplo, he empezado a jugar ajedrez con El Precio de la Verdad. Y no quiero renunciar a ir un día a la universidad y a tener tiempo de seguir a mi equipo de hockey. Soy de los Maple Leafs hasta la muerte”.
Pide permiso para encender un cigarro y muestra la foto que aparece en el paquete: una dentadura destrozada. El lado oscuro. Tal vez el suyo lo descubramos del todo dentro de un año.
Llega trilogía en septiembre
De una galaxia muy, muy lejana... llegan al fin a las tiendas los DVD de la primera trilogía de La Guerra de las Galaxias ya remasterizadas en septiembre, que incluye diez horas de material extra con un documental sobre su realización y un detrás de escenas.
El paquete incluirá tres discos, uno para cada película, y un cuarto con valiosa información para los fanáticos de hueso colorado donde encontrarán detalles sobre la trama del Episodio III, próxima entrega de la saga que tentativamente se estrena en el verano del año que entra.
De acuerdo con un comunicado enviado por la distribuidora Twentieth Century Fox en México, el material estará a la venta en septiembre de este año.
En este cuarto disco se puede ver cómo Hayden Christensen y Ewan McGregor preparan la coreografía de la esperada épica batalla entre Anakin Skywalker (convertido en Darth Vader) y Obi-Wan Kenobi, que decide el destino de la República. Además, contiene una entrevista con George Lucas donde habla sobre el descenso de Anakin al lado oscuro para convertirse en el temido Lord Sith. También se podrá ver por primera vez el nuevo traje de Darth Vader diseñado para el episodio que cierra esta nueva trilogía.
“Conociendo la emoción de los fans por este lanzamiento, trabajamos muy duro para hacer que las películas se vean y tengan un sonido espectacular, para así entregar una colección verdaderamente memorable”, dijo Jim Said, productor ejecutivo del DVD en el comunicado.
La primera trilogía compuesta por Episodio IV: Una Nueva Esperanza, Episodio V: El Imperio Contraataca y Episodio VI: El Retorno del Jedi, trae comentarios nuevos de 40 personas involucradas en su realización, entre las que destacan el propio Lucas, el director Irvin Kershner y la actriz Carrie Fisher.