EFE
CISJORDANIA.- El primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha prometido al presidente egipcio, Husni Mubarak, que cualquiera que sean los resultados de los exámenes médicos a que está siendo sometido el líder palestino Yasser Arafat, Israel evacuará la franja de Gaza.
En caso de ser sucedido por dirigentes moderados, en su opinión, también estaría dispuesto a coordinar la retirada de esa zona palestina ocupada, y de 25 asentamientos judíos, 21 de ellos en Gaza y otros cuatro en el norte de Cisjordania, según informaron fuentes del Gobierno israelí citadas ayer por el diario Haaretz.
Según esas fuentes, que el rotativo de Tel Aviv no identifica, la evacuación del presidente Arafat a un hospital militar francés el pasado viernes “creó una nueva situación”.
Si Sharon llegara a la conclusión de que ha surgido un nuevo liderato en lugar de Arafat, considerará “cómo y con quién coordinar” la retirada de Gaza, una polémica iniciativa unilateral de Sharon para “desconectarse” de los palestinos, agregaron. Pero, las fuentes israelíes aclararon: “No será una coordinación con representantes palestinos que deban consultar con Arafat antes y después de cada conversación”.
El Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), presidido en lugar de Arafat por su secretario, el ex primer ministro Mahmmoud Abas (Abu Mazen), anunció el sábado que el Gobierno seguirá operando bajo las órdenes del veterano líder.
El primer ministro palestino, Ahmed Korei (Abu Alá), se reunía ayer en Ramallah con el Consejo de Seguridad Nacional, que asesora habitualmente a Arafat, a fin de demostrar que las instituciones palestinas siguen operando normalmente aún en su ausencia.
Según fuentes palestinas, de hecho Abu Mazen y Abu Alá se perfilan como los dirigentes que quedarían al frente de una junta provisional de Gobierno en caso de producirse una coalición entre los principales sectores del movimiento nacional palestino.
Ambos dirigentes -a diferencia de Arafat- son “interlocutores moderados y válidos” para el Gobierno de Sharon, que se mantiene al margen de la situación creada por la enfermedad y el traslado del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) a Francia.
En medios de la ANP se observa con suspicacia el plan de Sharon para la retirada de Gaza, y algunas fuentes alegan que se trata de “una trampa”, uno de cuyos objetivos sería anexar gran parte de Cisjordania ocupada al territorio de Israel, y eludir las críticas de la comunidad internacional contra sus operaciones militares.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) ven en ese plan unilateral “un primer paso” de la aplicación del plan de paz del Cuarteto de Madrid, pero portavoces palestinos desconfían de las intenciones de Sharon por su negativa a negociar la evacuación con la ANP.
Una condición de Sharon en caso de que surja un nuevo liderato palestino, según fuentes políticas, será que éste ponga fin a la violencia y desarme a las facciones de la resistencia palestina, obligación asumida por Arafat al aprobar ese plan de paz, conocido como el “Mapa de Ruta”.