Consideran grave problema de acceso de menores a materiales pornográficos, de violencia, drogadicción y alcoholismo
La solución al descontrol y desorden que priva en locales donde operan videojuegos, con sus consecuencias de inseguridad, pornografía, drogadicción y alcoholismo, es uno de los pendientes que se dejará al próximo Gobierno Municipal, que deberá aplicar el reglamento para terminar con la anarquía y evitar la proliferación de estos negocios que afectan a niños y adolescentes.
Al expresar lo anterior el regidor priista Lucio Vázquez Enríquez, presidente de la Comisión de Actividades Económicas, admitió que el Ayuntamiento que termina no pudo ?meter a control? a los propietarios de las maquinitas que operan juegos de video, ya que se politizó el problema al brindarles protección el Partido Duranguense, y en los casos de clausura y negativa a permisos, se promovieron amparos.
Desde su punto de vista, el problema de los videojuegos y consecuencias al utilizar videos pornográficos, de violencia, drogadicción y alcoholismo, que afecta a menores de edad, es más grave y preocupante que el de la ampliación de horarios para la venta de bebidas alcohólicas, al considerar que mientras aquél involucra a niños y adolescentes que son manipulables, en éste participan adultos responsables de sus actos de consumir o no vino y cerveza.
Por ello expresó esperanza de que la administración municipal que inicia el primero de septiembre dé continuidad a las acciones emprendidas por la que termina, y aplique con todo rigor la normatividad que se creó para ordenar el funcionamiento de los videojuegos, pero que por diversas circunstancias, sobre todo la política, no se pudo llevar a la práctica, lo que se traduce en que este tipo de negocios opere sin restricciones.
Dijo que lo peor es que cuando los inspectores clausuran un lugar en que funcionan los aparatos, más se tarda el Juzgado Administrativo en emitir la sanción, que los propietarios de los videos en reubicarlos en otro domicilio. Hemos caído en un ?círculo vicioso?.
Ninguno de los más de 200 locales que operan los videojuegos cumple al 100 por ciento con los requisitos del reglamento para hacerlo: no tienen los dictámenes de factibilidad de agua potable del Sideapa, de Obras Públicas, con relación al uso de suelo; Protección Civil, para la seguridad del lugar, instalaciones eléctricas, etc., ni de salud para lo relativo a sanidad.
Sin embargo, por cuestiones políticas se permitió hacerlo, y las consecuencias, según Vázquez Enríquez, son preocupantes, ya que se genera la vagancia, y en los espacios cerrados donde funcionan, los menores de edad son presa fácil de enviciadores, además de que también se provoca ausencia a clases.
Inclusive, consideró negativo que la agrupación ?Mente Ágil?, que protege el PD, pretende que se reforme el reglamento para que se fijen reglas acordes para que no tengan restricciones en el funcionamiento de los equipos. Ellos proponen que los permisos sean por máquina, de tal manera que puedan movilizarlas a su antojo. Además quieren las licencias por paquete, lo cual no es justificable.
El ordenamiento establece que debe ser por local, y de acuerdo con el espacio el número de máquinas. Hay videojuegos que operan en cocheras, pequeños cuartos que carecen de la mínima seguridad, otros en áreas de misceláneas; pero lo peor es que los cables están por el suelo y los pisan los pequeños.
El edil enfatizó que el otorgamiento de los permisos para este tipo de negocios debe ser más estricto que para la venta de embriagantes, y evitar que las agrupaciones se protejan en partidos políticos, y pretendan que se fijen reglas que les queden a modo.
Se aplica el reglamento: Juez Municipal
El titular del Juzgado Administrativo, Ernesto Aguilar García, afirmó que en el caso de los videojuegos se aplica estrictamente el reglamento, aunque admitió que no se han realizado decomisos de maquinitas, y por ende es un cuento de nunca acabar.
Agregó que esa instancia se concreta a calificar las actas que le llevan los inspectores municipales, de acuerdo con lo que establece el reglamento, pero que según la práctica es necesaria mayor drasticidad para evitar que el problema siga.
