Niegan en todo momento información sobre la duración de los trabajos para levantar los vagones.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Total hermetismo caracterizó al personal de la empresa Ferromex, ya que ninguno de los presentes en las evaluaciones de los daños del descarrilamiento en esta ciudad, quiso proporcionar información sobre lo ocurrido.
Dos personas, quienes fueron señaladas por los presentes como representantes de la empresa, negaron en todo momento información sobre la duración de los trabajos para levantar los vagones así como los procedimientos para efectuarlos.
Sin embargo, se supo por medio de los Bomberos, que la empresa sólo requirió de sus trabajadores para emprender las labores y que sólo pidieron el apoyo del Grupo de Apoyo Táctico (GAT) para acordonar el área, así como de la Dirección de Tránsito para desviar la circulación de vehículos.
En riesgo permanente de caerse se encontraba un vagón, por lo que las autoridades impidieron el paso a todo peatón que trataba de cruzar por las orillas del desnivel en la colonia Santa Rosa. Se utilizó la calle Degollado para trasladar los vehículos por ambos sentidos.
Durante toda la tarde, personal de El Siglo de Torreón trató de comunicarse a la empresa, para establecer contacto con Federico Martínez, quien según comentarios de los representantes de Ferromex, es el vocero oficial de la empresa.
Por la tarde ya se encontraban en el lugar dos grandes grúas que servirían para cargar los pesados furgones, uno de los cuales penetró la barda perimetral de una empresa. El descarrilamiento del tren provocó serios daños a la infraestructura del desnivel en la Urrea.
Hasta las cuatro de la tarde, las diferentes autoridades de Tránsito y Bomberos, desconocían el término de los trabajos, sin embargo, permanecieron atentas al llamado de la empresa. La dirección de Tránsito utilizó varias vías alternas para darle fluidez al tráfico.
Se supo que la empresa mandó traer de la Ciudad de México, dos grúas especiales para poder levantar los vagones, ya que dos de ellos están en peligro de caer por lo inclinado que se encuetran.
