Hiromi obtiene su mejor noche dentro de La Academia con el apoyo de sus paisanos y críticas a su favor.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- La noche no pudo ser mejor para Hiromi... reunió a miles en la Alameda y por si fuera poco, los críticos alabaron su actuación en el décimo concierto de La Academia.
Cerca de las cinco de la tarde, la Fuente del Pensador recibía a los primeros simpatizantes de la “geisha lagunera”, que repartían volantes mientras alzaban sus pancartas de apoyo. Por su parte, los músicos de tres agrupaciones locales afinaban sus instrumentos y ante la amenaza de lluvia, el calor humano empezaba a sentirse.
Pasaban más de las ocho de la noche y ya se habían reunido cerca de cinco mil laguneros, quienes impacientes aguardaban la actuación de Hiromi con No me Importa Nada. Cuando Alan anunció el turno de la lagunera, la emoción se desbordó entre globos de colores y muchas porras.
“Mi reina, toda esta gente está aquí por ti, sigue adelante por La Laguna”, exclamó doña Elsa Salas de Hayakawa, mamá de Hiromi. “Échale ganas”, coincidieron su papá, su hermana Kaori y hasta su ex novio Víctor, mientras Hiromi los observaba desde México gracias a la magia de la televisión.
Seguramente la imagen de miles de laguneros reunidos por su causa, le brindó la confianza y seguridad necesarias para pisar el escenario y lograr una gran interpretación, a juicio de los críticos de La Academia.
Doña Elsa y Kaori se tomaban de las manos fuertemente, antes de que Óscar empezara a emitir su opinión. “Adiós Hello Kitty, esas son niñerías, me quedo con esta Pantera Rosa. ¡Bravo!”, dijo en su turno el primero de los críticos.
Mimí, además de resaltar su “belleza de reina”, opinó que Hiromi demostró que tiene una gran elegancia y que canta “muy bonito”.
Lolita Cortez hasta se puso de pie. “Y se hizo justicia, si en algún momento yo te dije ‘no sé cómo pudiste haber hecho comedia musical’, ahora sé porqué, tienes toda la gracia. Bravo, bravo, bravo...”.
Arturo López Gavito destacó su manejo de la expresión facial “totalmente dominado”, el garbo en el escenario, la interpretación “fascinante”, su carisma y su elegancia. “Mi geisha está de regreso”, concluyó mientras sonaban los aplausos en el estudio de TV Azteca y hacían eco hasta la Alameda Zaragoza.
