TORREÓN, COAH.- Fue el tres de julio de 1974, cuando la Liga Mexicana de Beisbol designó a la Comarca Lagunera como sede del Juego de Estrellas, en aquel entonces el partido se desarrolló en Gómez Palacio, con victoria para la Selección de Mexicanos, 17 carreras a 6 sobre los Extranjeros.
Fue aquel año inolvidable en que el Unión Laguna, dirigido por José “Zacatillo” Guerrero, llegó a la serie final, para caer en cuatro juegos frente a los Diablos Rojos del México. El entusiasmo de la afición se desbordó y el escenario lució un gran lleno, para ser testigos de una de las derrotas más contundentes de los Extranjeros en partidos de esta índole.
La ofensiva de los Mexicanos conectó 23 imparables; Héctor Espino dio cuadrangular y Rodolfo “Rudy” Hernández agregó dos, mientras que el dominicano se voló la barda por los Extranjeros.
El inolvidable lanzador cubano venezolano, Aurelio Monteagudo, llegaba al gran partido con marca de 9-0 para el equipo de Puebla, pero en esta ocasión entró a ser acribillado en la cuarta entrada, al permitir cinco imparables en igual número de bateadores a los que enfrentó.
En esa cuarta entrada el juego tomó rumbo definitivo, al anotar nueve carreras, Aurelio Monteagudo fue relevado por George Brunett, pero el zurdo norteamericano tampoco escapó a la encendida ofensiva nacional.
El zurdo Alfredo Mariscal, que anteriormente formó parte de los Algodoneros de Unión Laguna, fue el pitcher de la victoria, mientras que el abridor cubano de los extranjeros, Waldo Velo, se llevó la derrota al aceptar tres carreras.
Fue aquella inolvidable temporada en que Antonio Pollorena ganó 25 juegos a cambio de siete derrotas, aunque el estelar de Unión Laguna no participó en el Juego de Estrellas. Pete Bonfils, Rommel Canada y Gustavo Spósito representaron al equipo dirigido por “Zacatillo” Guerrero.
Segundo momento
La segunda ocasión que la región albergó el Juego de Estrellas de la Liga Mexicana, fue en 1995, año muy complicado para los Algodoneros de Unión Laguna; el Estadio de la Revolución ahora fue testigo del enfrentamiento entre la Liga de Texas y la Mexicana de Verano.
Fue una época en que ambos circuitos acordaron una doble confrontación, la cual un año antes se desarrolló en San Antonio, Texas y Monterrey, NL, mientras que al año siguiente las sedes fueron El Paso, Texas y Torreón, Coah.
El 13 de junio de aquel 1995, la selección de la Liga de Texas llegó al Estadio de la Revolución con peloteros de Clase AA, varios de los cuales ya están en el mejor beisbol del mundo; Cory Lidle fue el manager de las estrellas texanas, quienes se llevaron el triunfo por 5 carreras a 1, sobre los estelares de la Mexicana de Verano, dirigidos por Marco Antonio Vázquez.
El añejo escenario de la Unidad Deportiva Nazario Ortiz Garza lució lleno a su máxima capacidad y los aficionados disfrutaron de un partido lleno de emociones, en donde la balanza finalmente se inclinó en favor de los visitantes, quienes dos días antes habían perdido el juego celebrado en El Paso, Texas.
Ron Wotus resultó el pitcher de la victoria, mientras que el zurdo, Raúl “Pato” Rodríguez, cargó con el revés.
A partir de entonces, el Juego de Estrellas ha tenido diferentes modalidades, ya que de 1996 a 1999 se regresó a la modalidad de Mexicanos contra Extranjeros; en 2000 y 2001 se repitieron enfrentamientos ante la Liga de Texas. Para 2002 vino una triple confrontación frente a un combinado cubano, ante el que se lograron tres históricos triunfos, bajo la dirección de Francisco “Paquín” Estrada. El primero de estos duelos se realizó en Saltillo, Coahuila, al día siguiente el segundo en Monterrey, Nuevo León y un tercero tuvo como sede la casa de las Estrellas Cubanas.
El año anterior se reiniciaron los duelos entre la Zona Norte y Sur, con sede en el Parque Nelson Barrera Romellón, casa de los Piratas de Campeche.
Por tercera ocasión en la historia del Juego de Estrellas de la Liga Mexicana de Beisbol, la Comarca Lagunera es escenario del clásico demedia temporada, ya que anteriormente dicho encuentro se realizó en el Estadio Gómez Palacio y una más en el de la Revolución, sede de la edición 2004 del espectacular partido.
Algunos aspectos han sido diferentes de cara a la edición del presente año, ya que se cuenta con un verdadero deseo de ganar, debido a que el equipo que resulte vencedor, dará a su zona la localía en el arranque de la serie por el título de la Liga Mexicana. Una medida que se tomó el año anterior en el Juego de Estrellas y que rindió buenos dividendos, sobre todo después de las protestas de muchos aficionados, molestos porque el Juego de Estrellas terminó empatado.
Los mejores
Anteriormente la directiva de la Liga Mexicana enviaba cédulas de votación a los cronistas encargados de cubrir la fuente del beisbol en todo el país y eran éstos los encargados de seleccionar a los jugadores de ambos equipos; los managers por su parte, se encargaban de seleccionar a los lanzadores.
El principal problema de este procedimiento era que al Juego de Estrellas eran seleccionados los peloteros con el mejor arranque de temporada e incluso los de mejores números durante el primer mes y medio o dos meses del calendario regular, sin que esto fuera garantía de que dichos peloteros llegaran en su mejor momento a la hora del partido estelar.
Hoy, al tener el partido una importancia relevante, surge un interés natural en ambas zonas para integrar selecciones competitivas, aspirantes a la victoria y en donde efectivamente estén los mejores peloteros, pero no del arranque de la temporada, sino de la mitad del calendario, justo cuando se desarrolla el partido.
Actualmente el lanzador dominicano de Vaqueros Laguna, Antonio Isabel Girón, presenta números negativos, tanto en ganados y perdidos como en el promedio de carreras limpias; dos salidas muy desafortunadas que tuvo en sus primeros juegos lo tienen con esa estadística, sin embargo, lo realizado en sus tres últimas aperturas sin lugar a dudas, lo colocan como uno de los mejores lanzadores de la liga en este momento.
La cerrada pelea en la Zona Norte y Sur por un buen lugar al término de la primera vuelta, obligó a varios managers a utilizar sus mejores pitchers en los últimos juegos, por lo que algunos elementos no fueron seleccionados, caso concreto el de Octavio Álvarez, en gran temporada con los Olmecas de Tabasco. En cuanto a Francisco Campos, de los Piratas de Campeche, la Zona Sur cambió planes de última hora y el derecho sí estará en el partido estelar de esta noche.
Hoy en día no se pretende seleccionar a un jugador para que venga a estar en la caseta, por el contrario, todo elemento
que esta tarde esté presente, podrá ser utilizado por el manejador, al tener el resultado del partido una importancia muy relevante.
La medida se antoja positiva, ya que tradicionalmente había quienes a pesar de estar en la fuente del beisbol, no tenían el conocimiento suficiente para tomar parte en la elección y en muchos de los casos se caía en sentimentalismos y el voto se daba al representante del equipo favorito.
A pesar de las modificaciones que tienden a integrar dos selecciones con los mejores peloteros del momento, seguramente habrá comentarios en contra del proceso y también se hablará de injusticias por considerarse que como se dice, “no están todos los que son ni son todos los que están”.
A lo largo de la historia del Juego de Estrellas, el clásico de media temporada se ha realizado en diferentes formas:
Selección Ernesto Carmona Vs. Selección Manuel Oliveros
Zona Norte Vs. Zona Sur
Selección Mexicanos Vs. Selección Extranjeros
Liga Mexicana Vs. Liga de Texas
Fuente: Enciclopedia del Beisbol Mexicano