El servicio religioso fue ofrecido por el cardenal Rouco Varela en la catedral de la Almudena
16 de marzo de 2004.
Madrid, (EFE).- Miles de personas, embargadas de dolor "por la muerte violenta de tantos hermanos", rindieron hoy homenaje a las víctimas de los atentados del pasado jueves en la capital de España en un funeral oficiado en la catedral madrileña de la Almudena.
El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, dirigió "un emocionado saludo a los familiares" y destacó que "los trágicos atentados nos han sumergido a todos en un profundo dolor que sólo encuentra alivio en la oración".
El purpurado destacó "el testimonio de la caridad que tantos hermanos nuestros han tenido con las víctimas y sus familias".
"Hoy nos reunimos para apaciguar nuestro dolor y mostrar nuestra esperanza en la vida eterna. Es la hora de orar, de acudir al Dios consolador", añadió Rouco Varela, que señaló también que los muertos "están en paz". "Dios es el único que tiene la llave de la vida y de la muerte", expresó.
Las miles de personas presentes en la ceremonia, entre las que se encontraba una emocionada Reina de España, superaron con creces las previsiones y abarrotaron la catedral, por lo que fueron muchos los madrileños que se quedaron sin poder acceder al interior del templo.
Los rostros de los asistentes, no solamente familiares de las víctimas, sino también muchos ciudadanos anónimos, seguían mostrando el desconsuelo y la tristeza que las explosiones de cuatro trenes el pasado jueves en Madrid causaron en unos madrileños que aún se preguntan cómo es posible semejante barbarie.
El acto religioso, cuya celebración decidió el Gobierno regional de Madrid para recordar a todas las víctimas, fue cooficiado por el cardenal Rouco Varela y varios obispos de la comunidad madrileña en el altar mayor del templo, presidido por un inmenso crespón negro.
A la celebración asistieron, además de la reina Sofía, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, la presidenta de la región, Esperanza Aguirre, y el vicepresidente primero del Gobierno en funciones, Rodrigo Rato, junto con destacados representantes de las fuerzas políticas, sociales y sindicales y del cuerpo diplomático.
Además de esta ceremonia, el Gobierno español acordó la celebración de un funeral de Estado el próximo 24 de marzo, informaron fuentes del Ejecutivo, que añadieron que al mismo acudirán, previsiblemente, todos los presidentes regionales y los dirigentes de las principales instituciones del país.
La presidenta del Gobierno regional de Madrid, Esperanza Aguirre, señaló que también se celebrará un acto de homenaje, el jueves 25, a quienes ayudaron en el rescate de las víctimas y auxiliaron a los heridos.
Mientras tanto, la atención psicológica a las víctimas de los atentados sigue centrando gran parte de las labores de atención sanitaria por parte de las instituciones más implicadas en la resolución de este tipo de problemas.
La organización Psicólogos sin Fronteras de Madrid ha hecho públicos algunos consejos para las víctimas y sus familias, a quienes recomienda que se enfrenten cuanto antes a su vida cotidiana.
El primer consejo de los psicólogos es "hacer sentir nuestro calor y cercanía" a las víctimas, para que puedan rehacer sus vidas".
Además, los psicólogos dicen que es muy recomendable llorar, enfrentarse a las situaciones difíciles lo antes posible "aunque sea doloroso", y que uno mismo debe ponerse "pequeñas metas" sin tratar de "resolverlo todo al tiempo".
En esta labor de ayuda se inscribe la creación de un grupo de trabajo acordada por el Ministerio español de Sanidad, que elaborará un plan de atención en salud mental y psiquiátrica dirigido a la población afectada y que coordinará los recursos de las regiones implicadas, concretamente Madrid y Castilla-La Mancha.
También en la localidad madrileña de Alcalá de Henares se manifestaron hoy unas cinco mil personas en honor a las víctimas de los atentados, en los que fallecieron numerosos vecinos del municipio y de pueblos cercanos como Coslada, Torrejón de Ardoz o San Fernando de Henares.
Alcalá de Henares es uno de los puntos de la línea ferroviaria de Cercanías que resultó afectada por las explosiones y por esta localidad pasaron los dos trenes que explotaron en la madrileña estación de Atocha.
