Agencias
CABO CAÑAVERAL, EU.- Los trabajadores de la Agencia Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) que lanzaron al Columbia al espacio, voluntarios que revolvieron los campos en busca de los restos del transbordador y otras personas que respaldan el programa espacial se reunieron ayer en el primer aniversario de la catástrofe para lamentar a las víctimas y recordar lo sucedido.
“Hace un año, a esta misma hora, sucedió lo impensable”, expresó el director del Centro Espacial Kennedy, Jim Kennedy, ante algunos centenares de personas que se reunieron en una mañana gris y lluviosa.
Kennedy citó los nombres de los siete astronautas del Columbia, grabados en el mármol negro que se encontraba a sus espaldas.
Cada uno de los presentes, entre ellos trabajadores, estudiantes y turistas, tenía en sus manos una rosa.
Tras la breve ceremonia en el exterior, cada uno de ellos, caminó hacia el monumento y colocó las rosas rojas, amarillas, de color melocotón y marfil en la cerca blanca que rodea a la placa.
Muchos de ellos lloraban.
Winston Scott, un ex astronauta que voló en el Columbia, dijo que era un buen transbordador espacial.
“Pero ocasionalmente las buenas naves pueden encallar. Depende del viento, el clima, el destino y eso es exactamente lo que pasó con el Columbia hace un año”, sostuvo.
La ceremonia comenzó a las nueve de la mañana, el momento en que se cortó la comunicación con el Columbia. Terminó a las 9:16, la hora en que la nave debía haber aterrizado.
El primero de febrero de 2003 el Columbia se había destrozado en decenas de miles de pedazos que cayeron en Texas y Louisiana y sus siete tripulantes habían muerto.
Sin embargo, incluso mientras la NASA sigue de luto por la tripulación del transbordador Columbia, la agencia espacial norteamericana está pidiendo a los estadounidenses dinero suficiente para viajar a la Luna y también a Marte.
Un año después del fatal accidente del Columbia sobre Texas, el primero de febrero de 2003, funcionarios de la NASA han preparado una petición presupuestaria de 16 mil 200 millones de dólares para el año fiscal 2005, un 5.6 por ciento más que el año anterior, para preparar el terreno para mandar a estadounidenses de vuelta a la Luna hacia el año 2020 y, a la larga, a Marte.