12 de enero de 2004.
Roma, (EFE).- Una huelga sorpresa del transporte público urbano paralizó hoy la capital económica de Italia, Milán, creando el caos circulatorio e imposibilitando a miles de ciudadanos acudir a sus centros de estudio o de trabajo.
La movilización fue decidida a primera hora antes del comienzo del primer turno debido a la negativa de los trabajadores a aceptar el aumento salarial pactado el mes pasado con los sindicatos.
Diversos piquetes recorrieron los depósitos de la sociedad municipal de transporte urbano (ATM) para impedir la salida de los vehículos, según informó la policía.
Por este motivo no han funcionado autobuses, tranvías y el metro, provocando la exasperación de los viajeros y grandes atascos en los accesos a la capital lombarda.
Milán y otras ciudades italianas han sufrido ya en las pasadas semanas huelgas de este tipo, provocadas por una larga y compleja negociación del convenio colectivo para el sector.
Después de dos años sin convenio y con la mediación del Gobierno, sindicatos y empresas de transportes llegaron el pasado diciembre a un acuerdo para renovar el convenio del sector para el bienio 2002-2003.
El acuerdo contemplaba un aumento mensual de 81 euros más el pago de una cantidad fija de 970 euros, lo que ha sido considerado insuficiente por una parte de los trabajadores.
Los principales sindicatos italianos -Cgil, Cisl y Uil- sacaron hoy un comunicado condenando el paro en Milán y pidiendo a los empleados que regresen al trabajo "para no situarse fuera de las reglas del juego".
El Prefecto de Milán, Bruno Ferrante, ha convocado a los huelguistas y a los responsables de la ATM para tratar de reanudar el servicio y devolver la normalidad a la ciudad, bajo la amenaza de movilizar a los trabajadores para asegurar los servicios mínimos.
"De nuevo se hace pagar a los milaneses un precio elevado con huelgas ilegales que provocan un daño ingente a la ciudad", dijo.