EL PAÍS/AP
GUATEMALA, GUATEMALA.- El ex presidente de Guatemala, Alfonso Portillo Cabrera, señalado como el gobernante más corrupto en la historia de este país centroamericano, huyó a México el miércoles, poco antes de que se dictara una orden de arresto en su contra, tras ser despojado de su inmunidad parlamentaria.
De acuerdo con la versión del matutino local Siglo Veintiuno, Portillo salió de madrugada hacia El Salvador por una frontera terrestre poco vigilada. El ex gobernante habría utilizado el pasaporte diplomático al que tiene derecho por ser miembro del Parlamento Centroamericano (Parlacen). Ya en la capital salvadoreña, Portillo voló rumbo a México.
México ha sido como una segunda patria para el ex mandatario, desde que saliera al exilio en los años ochenta. Portillo puso pies en polvorosa el martes tras complicársele las cosas.
En primer lugar, el actual mandatario, Óscar Berger, denunció el saqueo del que fue víctima el país durante el Gobierno riosmonttista presidido por Portillo. Hay por lo menos otras seis denuncias contra Portillo, entre ellas la muerte de un periodista en los incidentes del pasado julio, cuando unos manifestantes tomaron la capital guatemalteca.
Testimonio en contra
La ex fiscal contra la corrupción guatemalteca, Karen Fischer, informó que prestó declaración a funcionarios estadounidenses que investigan al ex presidente Alfonso Portillo en un caso de lavado de activos.
“Ya testifiqué en Guatemala, junto a otros testigos y tenemos que ir a dar declaración a Miami, aún no sé cuándo”, dijo Fischer.
Agregó que un gran jurado deberá establecer si hay causa suficiente para abrir en Estados Unidos un juicio en contra de los implicados entre quienes, asegura, está Portillo.
De acuerdo con la ex fiscal, durante su jefatura en la fiscalía conoció tres casos de corrupción en los que el dinero supuestamente salió del país.
Uno de ellos es el que se conoció como “Conexión Panamá” en que funcionarios guatemaltecos abrieron cuentas en Panamá con fondos del Estado. Otro es el desfalco al mayor banco de capital estatal y el otro un robo de cerca de 11 millones de dólares en el ministerio del interior.
“En los tres casos aparecen funcionarios cercanos a Portillo y casi todos están en al menos dos casos”, explicó.