ATENAS, GRECIA.- El australiano Ian Thorpe se vengó ayer del holandés Pieter van den Hoogenband y le arrebató, cuatro años después de que éste le ganara en "su" piscina, en los Juegos de Sydney, el título de campeón olímpico de los 200 metros libre.
Van den Hoogenband sorprendió en 2000 a los australianos, cuando en pleno auge de la carrera de Thorpe le robó la medalla de oro ante su público.
Ayer, el oceánico, en Atenas, pudo vencer al europeo y a Michael Phelps, el nadador estadounidense que vino a la capital griega en busca de batir el mítico récord de Mark Spitz, de siete oros olímpicos en Munich’72, y ya sólo podrá sumar como mucho seis.
Aún así, Phelps hizo un "carrerón" y fue tercero en una prueba que no es la suya, en la que ha ido a competir al campo de sus rivales, cuando cómodamente podría haberse quedado en sus estilos y en su mariposa, haberlos preparado mejor y haber asegurado cuatro medallas de oro, que ahora, con la paliza que supone tratar de ser finalista en ocho competiciones, puede perder.
Pero Phelps representa el afán competitivo de los estadounidenses como pocos deportistas en el mundo y aceptó hace tiempo el reto que él mismo se puso: siete medallas de oro, como Spitz en Munich.
Thorpe fue el que peor salió de los ocho finalistas, con el holandés por delante y Phelps por detrás. Van den Hoogenband tomó la cabeza rápidamente, pero en el primer giro ya tenía al australiano como una sombra pegado a él. Phelps era cuarto tras el canadiense Rick Say.
Phelps superó al canadiense en los primeros 100 metros y Thorpe parecía marcar al holandés desde la segunda posición hasta el último volteo, en el paso por los 150 metros.
El sprint final, el último largo, iba a decidir el campeón y los últimos 50 metros fueron para Thorpe, con un Phelps hecho una furia tras sus dos rivales, buscando el oro en el agua de la piscina de Atenas con tal ansia que él, que no es un velocista, hizo 26.49 por 26.79 del ganador y 27.51 del holandés, el más rápido de todos en teoría.
Phelps, con un tiempo de 1:45.23, batió el récord de América, mientras que Thorpe superó la mejor marca olímpica que tenía Van den Hoogenband, con 1:45.35 desde la final de Sydney, y ayer paró el crono en 1:44.71, cerca de su récord del mundo 1:44.06, por debajo del cual nadaron en algunos momentos de la prueba.
El estadounidense pagó el esfuerzo y fue segundo en la semifinal de los 200 mariposa, disputada 36 minutos después y con una ceremonia de medallas entre una y otra prueba.
Sin embargo, el nadador de Baltimore hizo el segundo mejor tiempo por detrás de un sorprendente Stephen Parry, mejor tiempo por la calle ocho de la semifinal de Phelps, con 1:55.57 por 1:55.65.
El polaco Pawel Korzeniowski entró con el tercer tiempo en la final de hoy, con un crono de 1:56.40.
En la prueba de 100 metros espalda Aaron Peirsol se proclamó campeón olímpico y añadió una nueva medalla de oro para el equipo de los Estados Unidos.
Peirsol se impuso, con 54.06, al austriaco Markus Rogan, plata, y al japonés Tomomi Morita, en una lucha cerradísima por las primeras medallas en la espalda varonil de estos juegos.
La china Xuejuan Luo batió a las australianas Brooke Hanson y Leisel Jones en los 100 metros braza, con una marca de 1:06.64 y superó la mejor marca olímpica que tenía desde el domingo en la misma piscina Jones con un tiempo de 1:06.78. La china, que no estaba entre las favoritas, hizo anoche 1:06.64 para hacerse con el oro olímpico.
Thorpe dice a Van den Hoogenband que se verán de nuevo en Pekín
El australiano Ian Thorpe, que se proclamó ayer campeón olímpico de los 200 metros libre, dijo al ser felicitado por su rival y medalla de plata, el holandés Pieter van den Hoogenband, que se volverán a ver en esta prueba en los Juegos Olímpicos de Pekín, en 2008.
El australiano ganó la prueba y batió el récord olímpico con una marca de 1:44.71, en posesión del holandés desde hace cuatro años, en Sydney, con 1:45.35, y se tomó la revancha de entonces cuando él fue segundo en su país.
Thorpe ayer se convirtió en el nadador australiano más laureado de la historia, algo que dijo no tener mucha importancia para él porque no le preocupa mucho lo que pasara antes.
Respecto al planteamiento de su carrera de ayer, dijo que fue detrás del holandés aún sabiendo que es más rápido que él y que le podría aguantar en los últimos 50 metros, pero que ha hecho una gran trabajo de resistencia en los últimos meses que le hacen aguantar a un ritmo superior.
"Pienso que esto justifica el cambio que he hecho de entrenadores. Estoy teniendo más éxito en Atenas que en Sydney", consideró el doble campeón mundial y olímpico de la distancia.
Pieter van den Hoogenband manifestó que Thorpe es el mejor nadador en esta distancia y que él lo hizo lo mejor que pudo, pero que fue segundo, y reconoció que quizá salió muy fuerte y eso le restó aceleración en el último largo.
El estadounidense Michael Phelps fue bronce y perdió la posibilidad de igualar el récord de Mark Spitz de siete medallas de oro en unos Juegos Olímpicos, que data de Munich, en 1972.
Phelps señaló: "Hice lo que creí que tenía que hacer. Hice mi mejor tiempo en 200 metros, y quería competir con los dos mejores nadadores de la distancia de todos los tiempos, así que estoy feliz.
"Ha habido mucha emoción, más que en otras competiciones", agregó el nadador de Baltimore, que, preguntado sobre su aspiración de ocho o siete medallas de oro, dijo que "se puede pensar en todas las posibilidades, pero competir sólo en una carrera".
Phelps de todas formas suma ya tres medallas olímpicas: oro, en 400 estilos, y bronce en 200 libre y en el relevo 4x100 libre.
Mark Spitz seguirá en el Olimpo con siete oros
El estadounidense Mark Spitz seguirá en el "Olimpo", con su récord de siete medallas de oro a buen recaudo, después de que su compatriota Michael Phelps acabara tercero en la final de los 200 metros libre.
El australiano Ian Thorpe se proclamó campeón y batió el récord olímpico con una marca de 1:44.71. Las expectativas de Phelps siguen reduciéndose y ahora su horizonte máximo en Atenas son seis títulos.
El logro de Spitz, que se coronó en los Juegos de Munich 1972 con siete medallas de oro, era uno de los objetivos a superar o igualar por el joven Phelps, que participa en Atenas en las dos pruebas de estilos individuales, 200 y 400 metros, 100 y 200 mariposa, 200 libre y el relevo 4x200 metros libre.
La victoria de Sudáfrica en el relevo 4x100 libre privó ayer a Phelps de optar a ocho medallas, pero siguió con opciones de sumar siete con el oro en los 400 estilos (4:08.26), en los que batió el récord del mundo. Fue su primer título olímpico porque en Sydney 2000, con 15 años, se convirtió en el estadounidense más joven en unos Juegos y fue finalista en 200 mariposa.
Pero la velocidad de Thorpe, plusmarquista mundial en 400 libre y triple campeón olímpico en Sydney 2000, acabó ayer con el sueño de este joven de Baltimore, que tiene cuatro títulos del mundo (200 mariposa, 200 y 400 estilos y 200 mariposa), fiel seguidor del rapero Eminem, cuya música suele escuchar antes de competir.
Este tercer puesto de Phelps dejará en el trono de la natación a Mark Spitz, aquel joven norteamericano que asombró al mundo en Munich’72. Mark Spitz ganó siete medallas de oro y batió siete records del mundo en aquellos Juegos, gesta a la que nadie se ha acercado desde entonces.
El bigotudo californiano, nacido en 1950, se impuso en los 100 y 200 metros libre, los 100 y 200 mariposa, y en las tres pruebas de relevos, 4x100 libre, 4x200 libre y 4x100 estilos.
Spitz nació en Modesto, California, (Estados Unidos) el diez de febrero de 1950 y con tan sólo diez años ya se inició como plusmarquista tras batir la mejor marca estadounidense de alevines en las 50 yardas mariposa con un tiempo de 31 segundos.
En 1966, en la Semana Preolímpica de México, comenzó su carrera internacional y un año después, en 1967, batió su primer récord mundial en los 400 libre (4:10.16), estableció seis nuevas marcas universales e igualó dos.
En 1968 logró sus primeros triunfos olímpicos con dos oros en los relevos y una de plata, en 100 mariposa en los Juegos de México.
En las pruebas de selección del equipo de los Estados Unidos para los Juegos Olímpicos de Munich, Spitz se ganó la plaza a golpe de récord, ya que batió cinco nuevas marcas mundiales.
En 1971 estableció otros seis records mundiales más y fue elegido Mejor Nadador del Año, antes de la gesta de Munich.
Ese mismo año se retiró de la natación después de haber ganado nueve medallas de oro en Juegos Olímpicos y haber establecido treinta records mundiales, pero volvió a entrenar en 1989 en un intento de lograr plaza olímpica en Barcelona’92 en los 100 mariposa, empeño que no consiguió.
Actualmente se dedica a los negocios inmobiliarios y está vinculado al mundo de la publicidad, en el que entró tras su retirada, a través de la promoción de artículos deportivos.