Sufre indocumentado hondureño accidente al viajar en tren; le amputan
extremidades
EL SIGLO DE TORREÓN
Gómez Palacio, Dgo.- El ?sueño americano? se convirtió en pesadilla. Desde hace 19 días, Pedro López salió de su casa en Honduras con destino a la frontera sur de Estados Unidos. En el camino se encontró a dos paisanos. Los tres viajaban ocultos en un tren, Pedro se soltó del vagón, acabó mutilado.
Recostado en la camilla número seis del área de varones en el Hospital General de zona ?B?, Pedro López Cuevas de 34 años, descansa mientras una aguja encajada en su brazo derecho permite el paso de un suero. Las camillas adjuntas están vacías.
?No quiero regresar, no quiero ser una carga para mi esposa, no quiero volver?, repite el hondureño que con esfuerzo flexiona la cabeza para ver su cuerpo. El diagnóstico médico indica la amputación de la pierna y la mano izquierda, de parte del pie derecho y heridas abrasivas en diferentes partes del cuerpo.
En Honduras la situación económica es muy difícil. Pedro ya había intentado llegar a Estados Unidos hace varios meses, la policía lo ubicó, no sabe dónde y lo regresaron a su hogar. Hoy no quiere volver.
Sobre la cama con sábanas blancas, sobresale sólo el pie vendado de Pedro, en la almohada está recargada su cabeza, inclinada a la derecha, Pedro tiene el cabello corto, bigote tupido y barba de días, en su pómulo izquierdo, una gota de sangre permanece como muestra de la tragedia.
?Íbamos agarrados del vagón, el tren se detuvo, nos escondíamos de la Migra, luego el tren arrancó y me solté, sentí que me quemaba, grité pero nadie me ayudó?, dice Pedro sobre el lamentable accidente ocurrido en la estación Simón Bolívar, cercana a Cuencamé, Durango.
Antes de emprender el viaje, Pedro se despidió de su esposa y de sus hijos de siete y ocho años. Anhelaba cruzar la frontera y juntar dinero para ayudarles; en Honduras, Pedro era bolero y hacía eventuales trabajos de electricidad.
Pedro desayunó temprano, no dejó nada en el plato, a las 12:15 horas ya tenía hambre, todavía no era el turno de comer, las enfermeras visitaban a otros pacientes, Pedro necesita recuperarse.
En el pasillo tres que conduce a la habitación de Pedro, un joven ?aprendiz? de médico de piel blanca aborda a dos compañeros (hombre y mujer) de la escuela que usan también bata blanca. -¿Ya vieron al de la cama seis? Está mutilado, lo arrolló el tren, -Pobre hombre, vamos.
Pedro repite su deseo por no volver a su país, dice que su vida no será la misma, piensa en lo difícil que será conseguir y desplazarse en una silla de ruedas. Lo único que tiene claro es que no podrá alcanzar el sueño de estar en suelo norteamericano.
Avisaron a su familia
En el Instituto Nacional de Migración (INM), el subdelegado, Antonio Olivas Ibarra, acudió al Hospital General de zona ?B?, para conocer el estado de salud de Pedro López Cubas de 34 años. Por medio de la embajada hondureña, se notificó del accidente a su familia. ?En el hospital lo atendieron muy bien y el joven Pedro recibió todo el cuidado. El doctor dice que permanecerá en recuperación de 22 a 30 días, aparte de su situación actual se puede decir que se encuentra estable?.
Olivas Ibarra señaló que ya se estableció contacto con Germán López Cubas, hermano del indocumentado que resultó mutilado en sus piernas y el brazo izquierdo, al caer de un tren en movimiento, en la estación de Simón Bolívar, Durango.
Con estricto apego a la Ley, el subdelegado del INM indicó que una vez recuperado el hondureño y que sea dado de alta del hospital, se procederá a su deportación vía aérea.
?Mientras está en cama, buscamos la forma de que su familia venga a visitarlo con una visa, si no tienen la papelería, vamos apoyarlos en los trámites, para que estén con Pedro, que los necesita?, indicó Antonio Olivas.
