Israel sostiene que el objetivo de la barrera física es el de impedir la entrada de atacantes palestinos al territorio israelí.
21 de julio 2004.
Jerusalén, (EFE).- Israel ha criticado con dureza la decisión de la Asamblea General de la ONU que condena el muro que se levanta en tierras cisjordanas y asegura que seguirá adelante con la construcción y que la acelerará en algunos puntos.
"Estamos muy decepcionados del voto llevado a cabo en la Asamblea General de la ONU, lo que demuestra que el mundo considera irrelevante la lucha contra el terrorismo", dijeron a EFE fuentes del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores en Jerusalén.
Y es que Israel sostiene que el objetivo de la barrera física es el de impedir la entrada de atacantes palestinos al territorio israelí.
Funcionarios israelíes reiteran que desde la década de los 90 se han registrado más de 150 atentados suicidas y desde que se inició en septiembre de 2000 la "Intifada de Al-Aksa", el alzamiento palestino contra la ocupación israelí, ha habido 76 atentados palestinos, que disminuyeron de forma considerable en los últimos meses "gracias a la barrera de separación".
Las fuentes diplomáticas israelíes agregaron que pese a la resolución de la ONU, que al igual que el dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya del pasado día 9 no tiene carácter vinculante, "Israel seguirá adelante con el levantamiento de la barrera".
"Incluso aceleraremos las labores de construcción en algunos puntos", señalaron las fuentes israelíes.
Israel ya se opuso en su día a que la CIJ de La Haya debatiera acerca de la cuestión del polémico muro y no presentó alegatos en la primera fase del proceso, al no reconocer la capacidad jurídica del tribunal.
La Asamblea General de la ONU aprobó ayer por una abrumadora mayoría una resolución que exige el cumplimiento del dictamen judicial de La Haya, que declaraba ilegal el muro y exigía a Israel su desmantelamiento.
El texto fue aprobado por 150 votos a favor, 6 en contra y 10 abstenciones después de intensas negociaciones que permitieron llegar a un acuerdo entre el grupo árabe y la Unión Europea (UE).
La resolución afirma que Israel debe cumplir las obligaciones que se desprenden del dictamen de la CIJ, que exigía además el pago de indemnizaciones a los palestinos afectados por su construcción.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, declaró tras conocerse la resolución: "Cuando observamos lo que sucedió en La Haya, nos damos cuenta de lo difícil que es nuestra situación en el mundo, cómo la comunidad internacional puede apreciar que los palestinos sufren molestias antes de que Israel sufre severos daños".
"Nos gustaría aliviar las vidas de los palestinos", continuó Sharon, "pero cuando lo hacemos, el resultado es que israelíes terminan heridos. El pueblo judío recuerda esos momentos terribles, cuando necesitamos ayuda pero el mundo no nos la dio. Por esa razón, continuaremos levantando la barrera, que salva vidas".
La resolución de la ONU llama al Gobierno israelí y a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) a que cumplan de inmediato las obligaciones que contempla la "Hoja de Ruta", el plan de paz elaborado por el Cuarteto (EU, Rusia, la Unión Europea y la ONU).
EU, principal aliado de Israel, votó en contra de la resolución que, según su embajador, James Cunningham, es "desequilibrada" y puede socavar el proceso de paz para Oriente Medio.
"Muro", "verja" o "cerca" son los distintos nombres para referirse a la barrera física que Israel construye en tierras de Cisjordania, con una longitud de unos 750 kilómetros y que será completada durante 2005, según funcionarios israelíes.
En un 95 por ciento, la barrera consiste en un alambrado dotado de distintos sistemas electrónicos de vigilancia, y en el restante cinco por ciento -en las áreas urbanas- de un muro de hormigón de hasta nueve metros de alto.
Decenas de miles de palestinos se ven afectados de forma directa por su construcción, ya que la cerca ha supuesto la expropiación o destrucción de sus campos de cultivos y la consiguiente pérdida de ingresos.
Además, ha tenido un efecto devastador socioeconómico para la población de áreas urbanas como Jerusalén, donde cruzar una calle, hacer un simple trámite o ir a la escuela, se ha convertido en un engorroso viaje en coche que puede durar entre 30 minutos y dos horas, siempre que los pasos estén abiertos.
La ANP ha denunciado en repetidas ocasiones que el "muro" es un intento israelí de fijar las fronteras en la zona de forma unilateral y anexionarse amplias áreas de Cisjordania y Jerusalén.
Frente a ese argumento político, Israel sostiene que el itinerario siempre podrá alterarse una vez que cesen los ataques de las milicias, tal y como ya hizo con una verja similar entre el Líbano e Israel.
Voces en contra
RUSIA
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó hoy, miércoles, que el muro de separación que construye Israel en los territorios palestinos ocupados es "ilegal" con o sin la resolución de la Asamblea General de la ONU.
"Al igual que antes, independientemente de la resolución adoptada por la Asamblea General de la ONU, consideramos ilegal la construcción de este muro de separación", dijo el titular de Exteriores ruso, citado por la agencia Interfax, al término de una reunión con su colega holandés, Ben Bot.
Lavrov manifestó que Rusia no veía la "necesidad de un debate adicional sobre este asunto en Naciones Unidas".
No obstante, destacó que los 150 votos con que fue aprobada la resolución de la Asamblea General de la ONU son "una señal determinada para ambos bandos (palestinos e israelíes)".
El conflicto árabe-israelí -añadió- puede ser resuelto "sólo según lo estipulado en el plan (de paz) 'Hoja de Ruta' y los acuerdos alcanzados anteriormente en las reuniones del cuarteto negociador (Rusia, Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU)".
LONDRES
El Gobierno británico reclamó hoy a Israel que cumpla con la histórica resolución aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas y derribe el muro, cuya construcción consideró "ilegal".
El ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, indicó hoy que Israel puede construir un muro de protección, pero no "en los territorios ocupados", y dijo que lo que está haciendo es "ilegal".
En una declaración, Jack Straw indicó hoy que "no nos oponemos a la construcción de una barrera para proteger a civiles bajo la condición de que se construya de acuerdo con las fronteras reconocidas internacionalmente o en el territorio israelí".
"Pero creemos que la construcción de esta barrera en territorio ocupado, con la destrucción de propiedades y penurias que conlleva, es ilegal", afirmó el jefe de la diplomacia británica.
Finalmente, el ministro consideró que la única vía para asegurar la paz es la llamada Hoja de Ruta, el plan propuesto por el Cuarteto (EU, UE, Rusia y la ONU), y que es "poco probable" que medidas como la construcción del muro "conduzcan a la paz y seguridad que busca Israel".