La libertad religiosa de México data de 12 años atrás, cuando ?el innombrable? promovió las reformas al artículo 130 de la Constitución del país. Sin embargo, esa libertad ha hecho cómodos a los fieles católicos, dijo ayer en la homilía de las 12:00 horas el arzobispo Héctor González Martínez.
Al oficiar la Santa Misa en la Catedral Basílica Menor de la ciudad de Durango, monseñor González Martínez señaló categórico que impera la pereza y la falta de decisión de los fieles duranguenses para participar en las actividades clericales, a pesar de que en la década de los 20?s los mexicanos padecían persecuciones por ofrecer culto a Dios.
?Yo pienso que a veces son necesarias las persecuciones religiosas, porque la libertad religiosa que tuvimos en el sexenio del Presidente de la República al que llaman ?el innombrable? perjudicó la creencia, nos hizo apoltronarnos en una forma cómoda, relajada. Por eso creo que es bueno que haya persecuciones de diversa índole?, declaró.
Ante un semilleno de la Catedral en el Centro Histórico de Durango, el Arzobispo de la Arquidiócesis de Durango consideró negativa la postura de apatía que asume el fiel católico frente a sus obligaciones como cristiano y como católico.
Al reflexionar la Segunda Lectura del oficio de ayer, el clérigo dijo que las palabras del apóstol San Pablo buscan motivar al creyente para que propague la Palabra del Señor a pesar de ?los hombres perversos y malvados que nos acosan, porque no todos aceptan la fe?.
El Arzobispo de Durango precisó: ?San Pablo nos invita a la fidelidad de nuestras convicciones religiosas. Las persecuciones en México se registraron entre los años 1926 y 1929, cuando murieron nuestros cinco santos que ya fueron canonizados... Pero ya está muy lejos de nuestra época esa persecución... Como que ya nos falta otra...?.
Aclaró que no sería recomendable para el catolicismo mexicano volver a tener problemas para el desarrollo normal, público y abierto del culto eclesiástico. Pero reiteró: ?Si no hay una persecución nos apoltronamos, nos volvemos cómodos, buscamos solamente estar a gusto con nosotros mismos y nos olvidamos de Dios?.
Unirse al Papa en las intenciones
El llamado de la Arquidiócesis de Durango para los fieles en el mes de noviembre se plantea en un documento que el clero publica y que se divide en dos vertientes: el llamado general y el llamado misional.
Tal reflexión señala en el cabezal: ?¡Unámonos a las intenciones del Papa!?. Y hace hincapié en que la intención ?general? es ?que los hombres y las mujeres cristianos, conscientes de la propia vocación en la Iglesia, respondan con generosidad al llamado de Dios y caminen hacia la santidad en los ambientes donde viven?.
Por su parte, el exhorto misional dice ?que cuantos están al servicio de la misión no olviden que la santidad personal y de la unión íntima con Cristo surge de la eficacia de la evangelización?.
