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RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- Los comercios de la favela Rocinha, la mayor de Río de Janeiro, cerraron ayer luego que las bandas de narcotraficantes del área ordenaron una jornada de luto por la muerte de su jefe, abatido por la policía, dijeron vecinos.
Luciano Barbosa Silva, alias “Lulu” y de 23 años, murió junto a un compañero el miércoles en un tiroteo con la policía, que el lunes inició un operativo con más de 1,200 efectivos para poner fin a una ola de violencia vinculada al narcotráfico. Se reportaron otros diez muertos en la operación policial.
Los vecinos de la Rocinha, un barrio pobre que trepa una colina del sur de Río, temían que pese a la fuerte presencia policial se desate una guerra por la jefatura de las bandas de narcotraficantes.
Los recientes tiroteos comenzaron hace casi una semana, cuando el supuesto jefe del narcotráfico en la vecina favela Vidigal, Eduíno Eustáquio de Araújo Silva, “Dudu”, de 27 años, comandó un intento de invasión de Rocinha para tomar sus puntos de venta de drogas.
El comandante del Batallón de Operaciones Especiales (Bope), Fernando Príncipe, dijo ayer a una radio local que esperaba capturar a Dulu para el fin de semana. La policía estima que más de un centenar de narcotraficantes se esconden en las dos favelas y en los bosques de la escarpada región.
Lulu era hermano del traficante Cassiano Barbosa, capo de Rocinha hasta su muerte durante una operación policial a fines de los años 80. Según expertos, Lulu habría tomado la jefatura en 1995, cuando fue detenido Dudu, quien luego fue liberado.
La muerte de Lulu se produjo en momentos en que el ministro de Justicia de Brasil, Marcio Thomaz Bastos, negó un pedido de 4,000 efectivos militares presentado por la gobernadora del estado de Río de Janeiro, Roshina Matheus.
“Vuelvo a repetir. Las Fuerzas Armadas sólo deben ser usadas en casos excepcionales; en este caso, sólo si la situación de Río se agrava”, declaró en Brasilia luego de recibir el pedido, entregado por el secretario estatal de Seguridad Pública de Río, Anthony Garotinho, esposo de Matheus.
El propio Garotinho, ex gobernador de Río y ex candidato presidencial, dijo reiteradamente que tenía la situación controlada en las favelas y era contrario a apelar a los militares, pero que cumplía una encomienda de Matheus.
Matheus y Garotinho han insistido en acusar al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de no aportar recursos prometidos para seguridad y lo responsabilizaron por el ingreso de armas y drogas a la capital turística de Brasil a través de las fronteras del estado.
