EFE
WASHINGTON, EU.- El secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, comenzará una gira por el este de Asia la próxima semana para, entre otros asuntos, tratar de dar un nuevo impulso a las conversaciones sobre el programa nuclear de Corea del Norte.
Powell visitará Japón, China y Corea del Sur a lo largo del próximo fin de semana, informó ayer el Departamento de Estado.
El secretario de Estado abordará con las autoridades de esos países cuestiones bilaterales, la seguridad y la estabilidad regional, la guerra contra el terrorismo y asuntos como ?Irak, Corea del Norte y las conversaciones a seis bandas?, agregó.
Estados Unidos, Rusia, Japón, China y las dos Coreas participan en negociaciones en Pekín para tratar de persuadir al régimen de Pyongyang de que ponga fin a su programa para la fabricación de armas nucleares.
Esas conversaciones se encuentran estancadas después de no haber logrado progresos en sus primeras rondas.
Powell permanecerá en Japón dos días, durante los cuales abordará con su colega nipón, Nobutaka Machimura, la cuestión de Corea del Norte y la reorganización de las tropas estadounidenses en Japón, informó desde Tokio, la agencia de noticias Kyodo.
Esta gira del secretario de Estado se produce apenas una semana después de otra similar de su ?número dos?, Richard Armitage.
Durante su parada en Tokio, Armitage y el viceministro de Exteriores japonés, Yukio Takeuchi, instaron a Corea del Norte a retornar a la mesa de negociaciones multilaterales sobre su programa de armamento nuclear.
La cuarta ronda de conversaciones debía haberse celebrado a finales de septiembre en Pekín pero, según señaló Armitage el pasado martes, ?no parece que los norcoreanos tengan mucho interés en celebrar conversaciones antes? de las elecciones presidenciales en EU, el dos de noviembre.
Corea del Norte renunció a participar en esa cuarta reunión sobre su programa nuclear tras acusar a Washington de seguir con su ?hostilidad? hacia el régimen comunista y de mantener un doble rasero por permitir la investigación nuclear con fines poco claros de sus aliados surcoreanos mientras condenaba a Pyongyang.