El edificio, un diseño contemporáneo, que costó 165 millones de dólares, archiva más de 100 millones de artículos.
Little Rock (EU), (EFE).- Bill Clinton, el político más carismático que ha tenido Estados Unidos en los últimos tiempos, consagró hoy su mandato de ocho años en la Casa Blanca con la apertura del Centro Presidencial que perpetuará su memoria.
Clinton, uno de los presidentes más populares en el momento de dejar el cargo, proclamó abiertamente los logros de su mandato (1993-2001) y defendió su pragmatismo a la hora de combinar elementos progresistas y conservadores en su Gobierno.
Entre otros resultados, recordó la prosperidad económica, el superávit presupuestario, la reducción de la pobreza, el nivel de empleo récord, la mejora de relaciones con antiguos enemigos en el exterior y los avances hacia la paz en los Balcanes, Irlanda del Norte y Oriente Medio.
"Los resultados están ahí: incluso cuando nos quedamos cortos, registramos avances", afirmó el ex presidente, quien no ocultó su amor por la política y el servicio público como formas de cambiar la vida de la gente.
Clinton apareció sonriente, feliz, delgado y recuperado de la operación de cuádruple puente coronario a la que fue sometido a comienzos de septiembre.
La ceremonia fue deslucida por la intensa lluvia que empapó a los miles de invitados y espectadores que acudieron a este parque de Little Rock, la capital del estado de Arkansas, en el que Clinton nació y del que fue gobernador durante once años antes de ser presidente.
A la fiesta asistieron los presidentes de EU que siguen vivos -excepto Gerald Ford, cuya salud está bastante deteriorada-, en un tradicional gesto de solidaridad entre hombres que, por encima de las barreras políticas, comparten la misma experiencia.
"Hoy todos somos estadounidenses", resumió Clinton.
El actual inquilino de la Casa Blanca, George W. Bush, se deshizo en elogios sobre su antecesor, del que destacó sus esfuerzos por pacificar Oriente Medio y los Balcanes, así como su optimismo, su carácter de innovador, su poder de persuasión y su persistencia.
"Si Clinton hubiera sido el Titanic, el iceberg se hubiera hundido", bromeó el presidente.
George Bush padre proclamó a Clinton como "uno de los políticos más destacados de los últimos tiempos. Yo lo experimenté en primera persona", dijo en alusión a su derrota electoral de 1992.
Otros oradores, desde responsables públicos hasta ciudadanos de a pie, destacaron la obra de Clinton.
En el lado del entretenimiento, actuaron Bono y The Edge, del grupo irlandés de rock U2, así como varios grupos corales e instrumentales negros, una minoría con la que Clinton tuvo una conexión especial.
También estuvieron los Niños Vallenatos, un grupo infantil colombiano que impresionó a Clinton cuando actuaron para él en 2000.
Los niños fueron presentados por el ex presidente colombiano Andrés Pastrana, quien dijo que Clinton es "un buen y sincero amigo" de Colombia por su apoyo firme a los esfuerzos de ese país para lograr la paz.
Entre los miles de invitados había caras famosas, como los actores Robin Williams, Meg Ryan o Barbra Streisand, quienes mostraron una vez más el aprecio de Hollywood por el carismático ex presidente.
Y entre las caras conocidas resaltaban poderosamente los dos demócratas que no pudieron seguir la estela de Clinton y fueron derrotados por Bush en las elecciones presidenciales: Al Gore y John Kerry.
Las medidas de seguridad fueron a tono con la ocasión e incluyeron patrullas de la Guardia Costera por el río Arkansas.
El edificio, obra del arquitecto neoyorquino James Polshek, es de un diseño totalmente contemporáneo: un prisma rectangular de metal y cristal que parece estar colgado sobre una de las márgenes del río Arkansas, simulando el inicio de un puente.
Ha costado 165 millones de dólares, recaudados en donaciones privadas, y cuenta con la tradicional biblioteca presidencial, un museo y lo que será un centro de estudios superiores.
La biblioteca archiva más de 100 millones de artículos (más que ninguna otra de las otras doce bibliotecas presidenciales de EU), y el museo más de 80 mil objetos.
El museo no esquiva el juicio político al que fue sometido Clinton en 1998 por haber mentido bajo juramento sobre su relación con Monica Lewinsky, una becaria de la Casa Blanca.
Pero los críticos de Clinton creen que la forma en que se explica el caso incide más en que el juicio se debió a la animosidad política de la oposición del Partido Republicano que a las supuesta carencias morales del ex presidente.
Clinton y sus seguidores quieren que sea la Historia quien juzgue.