Lisboa, (Notimex).- El primer ministro de Portugal, José Manuel Durao Barroso, inauguró la nueva central hidroeléctrica de Alqueva, en el mayor pantano de Europa, una inversión millonaria que ha recibido múltiples críticas por parte de grupos ecologistas.
La presa de Alqueva, construida en la cuenca hidrográfica del río Guadiana que sirve de frontera entre Portugal y España en el sur, permitirá regar hasta 110 mil hectáreas de terreno, principalmente portugués pero también de la región española de Badajoz.
"Es impresionante estar en este lugar con 80 metros de agua por encima", declaró Durao Barroso, quien añadió que la presa de Alqueva no será sólo un productor de energía eléctrica, sino también la espina dorsal del aprovechamiento agrícola.
La producción de energía eléctrica traerá de inmediato, según los cálculos de madatario portugués, "un incremento de la riqueza producida en la región de entre 15 y 33 millones de euros por año".
La infraestructura levantada ha supuesto una inversión de dos mil 700 millones de euros (tres mil 285 millones 630 mil dólares), presupuesto que será aplicado hasta 2005 y cambiará de forma radical la economía de una de las regiones más pobres del continente.
Sin embargo, alcaldes de localidades como Moura, próximas a la presa, denuncian problemas de abastecimiento de agua para la población, "que no comprende cómo es posible que haya tanto agua al lado de su casa y no la tengan en los grifos", explicó el alcalde.
Para la construcción de la central fue necesaria la inundación de 250 kilómetros cuadrados de terreno, que incluyen una aldea habitada -sus habitantes fueron trasladados a otra nueva creada ad hoc-, un castillo con valor histórico y pinturas rupestres.
Pese a la oposición mostrada por algunos grupos ecologistas de los dos países peninsulares, el proyecto de Alqueva ha seguido adelante y ahora constituye una pieza clave en la actual creación del Mercado Ibérico de Electricidad (MIBEL).
El primer ministro portugués y su homólogo español, José Luis Rodríguez Zapatero, reafirmaron esta semana en Lisboa, durante su primer encuentro tras la victoria electoral de Zapatero en mayo, sus copromisos para avanzar en la puesta en marcha del MIBEL.
La idea de construir el embalse de Alqueva es antigua, ya en los años 50 figuraba entre los acuerdos mantenidos por las dictaduras de Francisco Franco (España) y Antonio Salazar (Portugal), aunque sólo se pudo concretar al decidir la Unión Europea financiar el proyecto.