27 de enero de 2004.
Buenos Aires, (EFE).- El gobierno argentino elogió hoy el "importante paso" dado por Suiza al incluir al ex presidente Carlos Menem en una lista de políticos sospechosos de corrupción y pidió "más acción" a la justicia local para acelerar las investigaciones.
El ministro de Justicia, Gustavo Béliz, ratificó la decisión de investigar giros de fondos de la corrupción durante la gestión de Menem (1989-1999) "que en no pocos casos iban a parar a Suiza".
Señaló que las autoridades suizas han informado a las de Argentina que Menem fue incluido en una lista de ex jefes de Estado y políticos sospechosos de corrupción y lavado de dinero en cuentas bancarias secretas abiertas en el país europeo.
En Suiza "hay una fuerte voluntad de transparentar y abrir las cuentas secretas que ex funcionarios, como las de Menem", destacó Béliz en declaraciones a la emisora Radio Continental de Buenos Aires.
Pero remarcó que hace falta "más acción de la Justicia Federal argentina para investigar hechos de corrupción" durante la década de los años noventa y que el gobierno argentino quiere recuperar fondos ilícitos depositados en Suiza.
Durante la entrevista, Béliz involucró a Menem con un presunto pago de sobornos cuando en 1997 se concedió del control del espacio radioeléctrico a la compañía francesa Thales Spectrum, cuyo contrato fue cancelado por el Gobierno ayer, lunes.
En este sentido, dijo que "hay una muy fuerte responsabilidad penal" del empresario argentino Jorge Neus, "uno de los más conspicuos" compañeros de golf de Menem, por lo que se investigará al ex presidente.
Explicó que "se detectaron prácticas de corrupción y el desvío de fondos a paraísos fiscales" por unos 25 millones de dólares por medio de Finego, una empresa "fantasma" suiza contratada como consultora por Thales Spectrum.
El ministro de Justicia aseguró que a la compañía francesa "le va ser muy difícil explicar" las ganancias "excepcionales" que logró con la concesión del control del uso del espacio radioeléctrico, por el que cobraba cánones a empresas de telecomunicaciones, canales de televisión, radio taxis y radioaficionados.
Sostuvo que Thales Spectrum decía que gastaba dinero "en consultorías de empresas ubicadas en Uruguay y Suiza, pero esos costos estaban totalmente inflados e iban a engrosar la ruta de las coimas (sobornos)".
Béliz dijo que espera que la justicia argentina acepte una invitación de la de Suiza para hacer una reunión de jueces y fiscales de los dos países "para que puedan sacarse todas las dudas sobre cómo tramitar" la apertura de cuentas en bancos suizos.
La reunión, apuntó, podría llevarse a cabo en Argentina o en Suiza y serviría para que las investigaciones "lleguen al buen puerto que todos queremos". "Que haya justicia, que la plata se pueda recuperar y no haya malos entendidos permanentes" entre los jueces de los dos países que demoran las investigaciones, insistió el ministro.
Carlos Menem sólo ha reconocido que abrió una cuenta bancaria suiza en 1986, para depositar una indemnización del Estado argentino por haber sido ilegalmente detenido durante el la última dictadura militar (1976-1983).
El ex presidente argentino, quien reside en Chile con su esposa, la ex modelo chilena Cecilia Bolocco, es investigado por haber ocultado al Fisco esa cuenta suiza y varios de sus antiguos colaboradores están implicados en múltiples casos de corrupción.
Entre los investigados están el ex secretario privado de Menem Ramón Hernández, el antiguo director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones Germán Kamerath y Alberto Kohan, quien ocupó varios cargos durante los diez años de gobierno de Menem.
Gustavo Béliz destacó hoy que la justicia suiza ha permitido que se abrieran las cuentas "de muchos ex presidentes" que tenían depositados "centenares de millones de dólares" en cuentas secretas, con lo cual "se ha devuelto la plata" a los países perjudicados por la corrupción.
En este sentido, el ministro citó la devolución de fondos ilícitos depositados en Suiza por el ex presidente filipino Ferdinand Marcos y por Vladimiro Montesinos, quien fue jefe de inteligencia de Perú durante el gobierno de Alberto Fujimori.
