En medio de inconsistencias en el rubro de gasto público, se desarrolla el último año de Gobierno de la alcaldesa Leticia Herrera en la ciudad de Gómez Palacio. Lo anterior en virtud de las discrepancias y omisiones detectadas en la nómina municipal presentada al interior del Cabildo, en relación a las cifras que la Dirección de Finazas publica a través de la página del Municipio en Internet.
Lejos de satisfacer las explicaciones del tesorero Carlos García mueven a honda preocupación, en virtud de que reconoce el ejercicio de más de nueve millones y medio de pesos por encima del presupuesto en sueldos y compensasiones. Lo anterior no significa por fuerza un manejo deshonesto de los recursos, pero revela al menos imprevisión o desorden y arroja una sombra de sospecha que es necesario disipar.
Sorprende también la contradicción en que incurren la Alcaldesa y el Director de Obras Públicas respecto al desempeño de esta última dependencia. En tanto que la primera insiste en justificar la suspensión de la obra pública en función de los recortes en el Presupuesto federal, el segundo asegura que dichas obras continúan y que de ninguna manera han sido ni serán objeto de suspensión.
El caso es que además de los grandes rezagos desatendidos en el rubro de servicios públicos en colonias populares, los gomezpalatinos tendrán que esperar mejores tiempos para ver realizado el sueño inconcluso del Parque Ecológico. Esta obra aunada al proyecto de la Unidad Deportiva, quedarán pendientes por virtud de un injustificado y lamentable cansancio, que desdibuja la administración de Doña Leticia en la recta final.