Pareciera tan simple como sumar dos más dos.
Primero: No sólo los representantes de los organismos cúpula de la Iniciativa Privada, también los presidentes de importantes grupos económicos, advierten falta de rumbo en el país y manifiestan su malestar por el hecho de que la clase política se agote en confrontaciones estériles, mientras los asuntos que verdaderamente importan a los ciudadanos quedan relegados en las agendas de los que hoy gobiernan.
Segundo: El secretario de la Defensa Nacional, el general Clemente Vega, lanza un mensaje con matices de advertencia donde llama a la reconciliación y pide evitar que el país se nos vaya de las manos; puntualiza que la lealtad de las Fuerzas Armadas está con el Presidente, “nos guste o no”.
Tercero: Los más reconocidos e influyentes analistas políticos coinciden en que existen actualmente peligrosos vacíos de poder y falta de liderazgo. El gabinete se debilita en luchas intestinas y el rezago legislativo evidencia la carencia de herramientas adecuadas para la negociación y búsqueda de consensos en los principales operadores del Gobierno Federal.
Incluso, Raymundo Rivapalacio en su columna Estrictamente Personal del pasado lunes, dibuja a un Vicente Fox agotado, disminuido y distante: “…(a los empresarios) les llama la atención que cuando van a Los Pinos a alguna cita, suelen ver a Fox caminando largo tiempo solo o acompañado por un militar por los jardines, como si no tuviera trabajo qué hacer. O en ocasiones lo han visto contemplar su computadora cuando está la pantalla en el mecanismo de ahorro de energía”.
“Sus propios funcionarios se muestran alarmados. Lo ven ausente en las ahora multitudinarias reuniones de gabinete en ese despacho-biblioteca, donde abundan los libros sobre neurología y psiquiatría. Cuentan que en una reciente reunión, discutían violentamente el secretario de Trabajo y el director del IMSS, hasta que finalmente Fox dejó la abstracción. Esto es como un bimotor, donde hay que jalar dos palancas para despegar, citaron a Fox. Así es esto, añadieron en la cita. Buenas tardes, concluyó, y se fue. Se quedaron perplejos”.
Cuarto: El 22 de junio, Alfonso Durazo, el ahora ex brazo derecho, ex vocero y ex secretario particular de Fox –reducido por el Mandatario a “ese señor”-, presentó una carta-renuncia (que se hizo pública hasta el cinco de julio) que constituye un documento sólido de análisis sobre la situación política del país y en concreto, del Presidente de la República.
En un texto de 19 cuartillas que no tiene desperdicio, Durazo expone entre otras cosas que “no puedo ocultar ahora mi percepción de que el poder nos ha alejado recientemente de los valores, principios y compromisos que la impulsaron. Es mi convicción que en los intereses políticos de coyuntura, hemos extraviado el objetivo inicial de aquel proyecto político”.
Y aún más: “es rechazable la eventual participación del Gobierno en el proceso de sucesión, porque va a contrapelo de la ética del cambio. Pretender decidir desde el Gobierno quién será el próximo Presidente, como quién no debe ser el próximo Presidente fue el pecado original del viejo régimen”.
El que fuera también secretario particular de Colosio, considera un error de Fox el confundir permisividad con gobernabilidad democrática; asegura que la ola de esperanza derivada del cambio ya está de regreso y que la incertidumbre ante el futuro es hoy el sentir ciudadano.
El escenario que plantea Durazo es básicamente el mismo que han dibujado varios analistas. La importancia de la carta-renuncia radica en que sea un hombre muy cercano a Fox y que vivió en esa burbuja que es el México de Los Pinos, quien prenda los focos rojos.
Quinto: Ante la demoledora descripción de un país en punto de quiebra que desde el pasado lunes se convirtió en referente obligado en todas las mesas de discusión política a lo largo y ancho del país, Fox responde con su visión de un México pujante y en pleno desarrollo, con pobreza y desempleo en franco descenso; convoca a su gabinete para que ratifique su lealtad y emprende una gira por Sudamérica.
Basta entonces con hacer la suma para entender que algo grave, muy grave, está pasando en México.
airigoyen@elsiglodetorreon.com.mx