Para el arzobispo Héctor González Martínez, la prioridad en el Presupuesto de Egresos del Estado de Durango deberá ser la creación de infraestructura en el 2005, pues es la forma más tangible y práctica de que el ciudadano pueda aspirar a su desarrollo personal.
Entrevistado en exclusiva al término de la homilía dominical de ayer en Catedral, el clérigo manifestó a El Siglo de Durango que otra prioridad similar a la anterior, y que por ende se debe tomar en cuenta con suficientes recursos el próximo año, es el apoyo a la generación y el fortalecimiento de la micro, pequeña y mediana empresa en la localidad.
Monseñor Héctor González ubicó en segundo término de importancia presupuestal el rubro de la educación, para que en ese tenor sea tomado en cuenta este renglón de gobierno en la elaboración del Presupuesto Estatal de Egresos del 2005.
En tercero y cuarto lugares de importancia jerárquica, el Arzobispo de la Arquidiócesis local colocó el desarrollo del campo y el respaldo financiero a las tareas de seguridad, de manera respectiva.
?El resto de las áreas de atención del Gobierno también son importantes, pero creo que lo más importante es esto que te digo y, desde mi punto de vista, en el orden que te lo doy?, opinó el pastor católico.
Sobre la modalidad de hacer un primer ?presupuesto participativo? en Durango, implementada por el Gobierno del Estado y la Presidencia Municipal de la capital, González Martínez aplaudió esta estrategia como una forma de tomar en cuenta a los gobernados para elegir prioridades.
Por ello pidió que se respeten las propuestas de la ciudadanía hacia las autoridades, ya que éstas invitan a los ciudadanos a que opinen y decidan según su particular punto de vista.
?Yo, por ejemplo, tengo una visión que puede ser distinta a la de muchos. Mis prioridades para el Presupuesto de Egresos del próximo año son: infraestructura, empresa, educación, campo y seguridad. Creo que son las áreas que deben llevarse la mayor tajada del pastel?, declaró González.
Conminó a los duranguenses a que no esperen que todas las decisiones sobre la comunidad las tomen ?los de arriba?, ?los de las cúpulas?; por el contrario, recomendó el Arzobispo que sea el grueso de la sociedad quien decida, opinando sobre la distribución de los recursos que ejercerán el Estado y el Municipio en el próximo año.
ADVIENTO
El tiempo de la esperanza
Los fieles católicos fomentan a medias la virtud de la fe, y algo la caridad, pero se olvidan de la esperanza, lo cual genera desaliento, apatía, flojera, indeterminación, miedos y desesperanza entre la gente, dijo el arzobispo Héctor González, de cara al tiempo del Adviento o el Advenimiento del Señor.
El próximo domingo empieza esta etapa de fiesta en el cristianismo, pues es el tiempo que se dedica a la preparación del alma para el nacimiento de Jesucristo, el Niño Dios, abundó el entrevistado.
Ante ello, el representante de la Arquidiócesis de la Iglesia Católica de Durango pidió que durante las siguientes cuatro semanas se vivan los días previos a la Navidad con fe y con vivencia de las virtudes básicas teologales (fe, esperanza y caridad), privilegiando sobre todo la esperanza, que ha sido una de las más olvidadas.
Como autoridad eclesiástica de la localidad, González criticó las llamadas ?pre-posadas? y las fiestas solamente disfrazadas de aspectos de la tradición decembrina, ya que dejan totalmente de lado las tradiciones como la fiesta sana, el rezo, la celebración de la posada y las pastorelas, entre otros actos que se han ido perdiendo en los festejos navideños.
?En lo humano, esta época del Advenimiento del Señor debe ser de respeto y recuperación de las tradiciones más características de esta etapa del Año Litúrgico?, concluyó.