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RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- Los Presidentes y delegados oficiales de las 19 naciones que integran el Grupo de Río (G-Río) iniciaron ayer aquí la XVIII Cumbre de ese mecanismo con un llamado a combatir la pobreza que amenaza a los sistemas democráticos.
Quince de los 19 presidentes del grupo fundado en 1986 como el mayor foro de discusión política de la región latinoamericana convergieron en esta ciudad desde el miércoles y escucharon el llamado de algunos de sus colegas para fortalecer la democracia.
?No se puede hablar de democracia cuando hay pobreza?, dijo el presidente peruano Alejandro Toledo, quien durante todo 2003 estuvo a la cabeza del grupo. Fue sucedido por el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. A partir de 2005 será Argentina la que encabece el Grupo.
Lula da Silva también habló del combate al hambre y a los esfuerzos en los que personalmente se ha empeñado para dar a ese combate un carácter universal.
Ni Toledo ni Lula da Silva mencionaron en sus discursos la reelección del presidente de Estados Unidos George W. Bush, pero insistieron en un tema que es caro para la región: el multilateralismo y la solución pacífica de las controversias.
?La región debe mantenerse unida en la defensa del sistema multilateral, el único que puede ofrecer las bases para el ejercicio de la democracia en el plano internacional?, dijo Lula da Silva tras subrayar que la región tiene ?un compromiso histórico con la solución pacifica de las controversias?.
Los Mandatarios que participan en el cónclave presidencial tienen previsto analizar un mecanismo de financiamiento para el Grupo de Río, considerado como el mayor foro de concertación política de Latinoamérica.
La agenda del cónclave incluye la evaluación del impacto de la globalización en las naciones de la zona, la crisis política en Haití y la guerra interna en Colombia, entre otros temas.
Toledo afirmó ayer que los Mandatarios de la región están decididos a firmar en diciembre en Cusco, Perú, la creación de una llamada Comunidad Sudamericana de Naciones o el primer paso hacia la integración de bloques regionales sudamericanos, y cuya estructura aun deberá ser definida. Pero Toledo aseguró que es un primer paso hacia un bloque que reúna mas de 361 millones de habitantes de la región.
Los gobernantes que participan en la Cumbre en Río de Janeiro son Néstor Kirchner (Argentina), Carlos Mesa (Bolivia), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Álvaro Uribe Vélez (Colombia), Abel Pacheco (Costa Rica), Martín Torrijos (Panamá) y Óscar Berger (Guatemala).
También Ricardo Lagos (Chile), Bharrat Jagdeo (Guayana), Vicente Fox (México), Alejandro Toledo (Perú), Leonel Fernández (República Dominicana), Nicanor Duarte (Paraguay), Jorge Batlle (Uruguay) y, Hugo Chávez (Venezuela).
Con una rotación anual de la secretaría del Grupo, Brasil es el anfitrión de la nueva cita.
Las autoridades desplegaron unos mil 800 militares y policías en los accesos desde el aeropuerto hasta el famoso balneario de Copacabana.
El foro de consultas más importante de la región, el Grupo de Río, creado en 1986, está integrado por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana (en representación de los 14 miembros de la Comunidad del Caribe o Caricom), Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Venezuela y Uruguay.
Combate contra la pobreza
Los presidentes del Grupo de Río iniciaron ayer su XVIII conferencia a la sombra de temas que pesan sobre sus países, desde la prolongada crisis que atenaza Haití hasta la pobreza como amenazas al régimen democrático.
En la sesión inaugural de la cita el presidente peruano, Alejandro Toledo, advirtió que la extendida pobreza y el hambre en la región han llevado a las sociedades del área a ser escépticas de los beneficios de la democracia.
El jefe de Estado peruano indicó que esa situación constituye un desafío para los Gobiernos latinoamericanos pues presiona a las instituciones y debilita la fortaleza institucionalidad de los países.
Ante sus homólogos de Latinoamérica, reunidos en el Hotel Sofitel de este balneario brasileño, Toledo aseveró que ?es imposible hablar de democracia cuando hay pobreza? a estos niveles en nuestros países.
?La pobreza es uno de esos temas (para atacar), tenemos que enfrentarla con coraje, con políticas concretas, que vayan más allá y no sólo esperar a que el chorreo que viene del crecimiento económico tenga un impacto positivo en los ciudadanos?, dijo.
El Mandatario peruano llamó además a la comunidad internacional, en especial a los países ricos, a contribuir a combatir las desigualdades sociales en la región con mayores montos de financiamiento para el desarrollo.
En su alocución, el integrante de la Troika del G-Río se refirió a la dramática situación que vive Haití, donde la crisis política derivada de la salida del presidente Jean Bertrand Aristide en febrero pasado ocasionó una catástrofe humanitaria.
Toledo consideró que los países integrantes del G-Río deben colaborar de manera decidida a la solución de la crisis haitiana, que fue agravada por el paso de dos huracanes entre septiembre y octubre pasados, los cuales dejaron un saldo de miles de víctimas.
APOYO PARA HAITÍ
El presidente peruano Alejandro Toledo, abogó por soluciones de ?largo alcance? más allá de elecciones libres en Haití. ?Hay que buscar que la crisis no se reproduzca?, dijo tras proponer ?desarrollo con justicia social? en aquel país.
Los países de la región han estado activos suministrando contingentes militares para apoyar la fuerza de paz de las Naciones Unidas en ese país, pero el total de 3,500 hombres está lejos de los 8,000 considerados indispensables por la organización internacional.
Autoridades brasileñas dijeron que en las próximas semanas este país podría completar un total de 5,500 hombres, con lo cual se estaría cerca del total requerido por las Naciones Unidas.
Ese total fue extraído de recientes evaluaciones sobre el mínimo requerido para garantizar la seguridad de Haití, dijo el asesor presidencial de Lula da Silva, Marco Aurelio García.
?Pero llegar a la reconstrucción de Haití requiere partir prácticamente de cero. Esta no será una solución cualquiera. Se trata de una solución latinoamericana y caribeña para el drama de un país hermano?, dijo García.
García tiene previsto viajar hoy para Puerto Príncipe en una misión evacuatoria. De esa misión deberá surgir un informe que será compartido con otros países de la región con recomendaciones de ?acción inmediata en áreas críticas?.
Lula dijo en el acto inaugural que la solidaridad regional estaba a prueba por la crisis haitiana y destacó que ?la preocupación exclusiva con el mantenimiento del orden no será suficiente para sustentar la democracia?.
?Eso ya fue intentado años atrás, sin éxito y sin beneficio concreto para la población haitiana. Es preciso que la comunidad internacional se movilice?, dijo. Convocó a la región a hacer de Haití una demostración de la capacidad solidaria de América Latina.
