La seguridad en el Vaticano se ha incrementado desde el inicio de la Semana Santa.
08 de abril de 2004.
EL VATICANO, (Reuters) - En medio de medidas de seguridad reforzadas, el Papa Juan Pablo II dio inicio el jueves a cuatro días ajetreados de servicios religiosos que culminarán con la Pascua, y pidió a los obispos que su conducta debe ser siempre un ejemplo.
El Papa de 83 años presidió la "Misa Crismal" del Jueves Santo en la basílica de San Pedro en la que, junto a sus sacerdotes, renovaron los votos que asumieron cuando fueron ordenados como sacerdotes por primera vez.
"El pueblo cristiano nos quiere ver por sobre todas las cosas, como hombres de oración. Aquellos que nos ven deben experimentar de nuestras palabras y conductas la fe y el amor misericordioso de Dios", dijo el Sumo Pontífice.
La Iglesia Católica todavía no se ha recuperado de los escándalos que han manchado su imagen en Estados Unidos y en otros países occidentales donde los sacerdotes abusaron sexualmente de niños.
El escándalo no fue mencionado en su homilía, que el enfermo pontífice leyó con dificultad. Pero sus palabras fueron las últimas en una serie de pedidos a los sacerdotes para que recuerden sus votos, en los que incluyó al del celibato, y a rechazar cualquier conducta que pueda causar un escándalo.
La seguridad en el Vaticano se ha incrementado desde el inicio de la Semana Santa hace tres días con el Domingo de Ramos.
Aunque no se conoció de alguna amenaza pública, los funcionarios dijeron que están alertas para frustrar posibles ataques a lugares con gran concurrencia de público.
Mientras el Papa presidía la misa en la basílica de San Pedro, la policía controlaba y sellaba las bocas de alcantarrillas cerca de la Plaza San Pedro.
La semana pasada, los medios de prensa italianos informaron que las agencias de inteligencia alertaron al Vaticano que el Papa, quien recibió un disparo en 1981, podría ser el objetivo de ataques durante el período de Pascua.
El ministro de Interior italiano, Giuseppe Pisanu, dijo al parlamento que funcionarios de seguridad habían detectado más de 13.000 potenciales objetivos de ataque, muchos de ellos iglesias.
Los días previos a la Pascua son los más intensos en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica y son observados con detenimiento como una prueba para la resistencia del Papa, quien padece el mal de Parkinson y ya no camina en público.
En los meses recientes, la condición del Papa parece haber mejorado en comparación con su estado de salud durante la conmemoración de sus 25 años en el cargo, en octubre pasado, donde sus asistentes tuvieron que leer muchos de sus discursos.
El jueves por la tarde el Papa presidirá otra misa en la que se recuerda la Ultima Cena de Cristo con sus apóstoles.
El Viernes Santo presidirá dos servicios que conmemoran la muerte y la pasión de Cristo.
El Sábado de Gloria presidirá la misa de Vigilia Pascual y el Domingo de Pascua celebrará una misa en la Plaza San Pedro, donde entregará su segundo mensaje y bendición del año, Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) .