El ex jefe de los servicios secretos de Perú, Vladimiro Montesinos, es enjuiciado por tráfico de armas para la guerrilla de las FARC.
20 de enero de 2004.
LIMA (AP).- Una sala anticorrupción inició el martes un proceso contra el ex jefe de inteligencia Vladimiro Montesinos por la venta clandestina de fusiles de Jordania a las guerrillas colombianas FARC, que de ser declarado culpable podría recibir una condena de 20 años de cárcel.
Montesinos, sindicado como el mayor corruptor de la historia del Perú y quien fuera el poderoso jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), ha sido condenado a la fecha sólo por cargos menores de corrupción, cuyas penas no exceden los 9 años.
Este es el primer juicio importante contra Montesinos, quien enfrenta casi 80 procesos por enriquecimiento ilícito, corrupción de funcionarios, narcotráfico, violaciones a los derechos humanos y otros.
El juicio iniciado por una sala de la Corte Superior de Lima tiene lugar en la Base Naval de El Callao, donde Montesinos se encuentra preso desde junio del 2001, tras su captura y extradición desde Caracas, Venezuela.
El caso de tráfico de armas es un enrevesado proceso que involucra, además de Montesinos, a otras 35 personas entre peruanos y extranjeros.
Dada la severidad de la pena que pende sobre él, se espera que esta vez Montesinos declare ante los jueces, lo que se negó a hacer en los anteriores juicios. En Perú las penas no son acumulatorias sino que se aplica la mayor.
Los hechos se remontan a 1999 cuando un grupo de personas, que trabajaba para Montesinos, se hizo pasar por militares representantes del gobierno peruano para comprar a Jordania 10.000 fusiles AKM.
Las armas fueron entregadas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), lanzándolas desde el aire en vuelos clandestinos que partieron de Perú.
En la escondida operación, se sospecha que Montesinos recibió el apoyo de la CIA de Estados Unidos, según ha dicho el procurador del caso Ronald Gamarra. Gamarra dijo, sin embargo, que no tiene pruebas concretas sino sólo testimonios.
Entre los encausados se encuentra el franco-norteamericano Charles Acelor, extraditado desde Alemania y recluido en el penal limeño San Jorge. Acelor es considerado como uno de los intermediarios de la operación. Otros procesados se encuentran en diferentes cárceles limeñas.
En agosto del 2000, el entonces presidente Alberto Fujimori y su asesor Montesinos anunciaron la desarticulación de una banda, dirigida por los hermanos peruanos José Luis y Luis Frank Aybar, que había vendido a las FARC fusiles AKM comprados ilegalmente a Jordania.
Pero la versión fue desmentida por las aclaraciones de los gobiernos colombiano y jordano.
En septiembre del 2000, Montesinos se vio enlodado por un escándalo de soborno que provocó el derrumbe del gobierno de Fujimori dos meses después. El ex mandatario huyó a Japón, donde vive actualmente.
Gamarra dijo que Acelor fue el contacto entre los hermanos Aybar y el traficante de armas de origen libanés y naturalizado estadounidense, Sarkis Soghanalian, quien afirmó que negoció personalmente con Montesinos.
Soghanalian vive en Estados Unidos, cuyas autoridades se negaron a arrestarlo o extraditarlo. Esa actitud hace sospechar a los procuradores que Soghanalian llegó a algún acuerdo con la CIA para evitar su extradición.